¿Es Maduro un suicida?

¿Es Maduro un suicida?
Por:
  • montserrats-columnista

“Maduro se reelige como presidente de Venezuela.” Me parece acertada la redacción del titular: Maduro se elige a sí mismo como presidente, él mismo, porque el pueblo no lo hizo. Venezuela vivió este domingo una de las farsas democráticas más infames de la historia. Con un proceso manipulado, candidatos excluidos o encarcelados y una población coaccionada y, aun así, un abstencionismo récord; el chavismo celebra una victoria de papel.

¿Es Maduro un suicida? Parecería que sí, pero de esos que piensa llevarse a todos los que pueda consigo. La tibia comunidad internacional advirtió con antelación que el proceso electoral no tenía garantías y exigió que no se celebraran los comicios. Maduro, lo hizo. Y en qué escenario: hambruna, porque no hay otra forma de llamar a la crisis que vive Venezuela.

Un suicida es un desequilibrado; Maduro lo es. Es un narcisista que niega la realidad de su fracaso y que prefiere ver morir a su gente que cambiar el rumbo. Es un necio que prefiere fingir que la ayuda humanitaria, ofrecida desde el exterior, para su pueblo, es parte de un complot que crea el mismo problema que dice atender. Es un cínico que come y engorda ante los ojos de los padres que entierran a sus hijos hinchados, demacrados y consumidos por el hambre. Es un criminal que tiene secuestrada a la gente y la usa como escudo contra la comunidad internacional, ante las amenazas de medidas contra su gobierno que terminen, lamentablemente, impactando primeramente al pueblo. Es un fanático que gritaría felizmente “¡se los dije!” el día en el que la ONU ordenara una “intervención humanitaria”, ante el desastre que ha causado a su propia nación.

Maduro fuerza la mano de la OEA y no entiende de razones. Parece buscar su propia destrucción. No contento con las sanciones que Suiza, EU y la Unión Europea han puesto contra su gobierno, sus actos lo llevan al completo aislacionismo y a una situación peligrosísima para los ciudadanos.

En este momento, El Grupo de Lima ha desconocido las elecciones y se espera que el rechazo sea generalizado. Las acciones a seguir podrían incluir el retirar a los embajadores e imponer más sanciones. Esto mataría a Maduro, pero, ¿a qué precio? ¿Cuántos venezolanos más morirán en esta carrera desquiciada que ha emprendido el mandatario hacia su propia destrucción? El gobierno está acorralado y cada vez más debilitado. Incluso aliados, como China, reconocen el problema y simplemente declaran que no se meterán con los asuntos internos de una nación.

¿Qué hacer cuando las acciones de uno afectan a millones? Esta elección es un ultimátum. ¿Intervendrá la comunidad internacional? ¿Se encontrará una forma de acelerar la hecatombe chavista sin acrecentar el sufrimiento venezolano?