España, un país en crisis… pero no turística

España, un país en crisis… pero no turística
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  • larazon

Gerardo García

Por Gerardo García

No pasa él el mejor de los momentos. Además de los problemas económicos por los que atraviesa España, la crisis de la monarquía —acendrada por varios escándalos, entre ellos los problemas legales de su hermana, la infanta Cristina— ha generado en torno a la familia real una polémica que los ha afectado tanto; sin embargo es él, el príncipe Felipe de Borbón, sobre quien hoy pesa el presente y futuro de una tradición política que tanto ha significado para ese país. Es, pues, hoy por hoy la figura más respetada de la monarquía española.

La tarde del miércoles pasado se reunieron con el príncipe Felipe, la secretaria de Turismo de México, Claudia Ruiz Massieu, y el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge. Un encuentro en el marco de la inauguración de la Feria Internacional de Turismo —que finaliza mañana en el palacio de convenciones de Ifema, en la ciudad de Madrid— en el que los representantes de México le plantearon al príncipe Felipe, el escenario actual de la industria turística en México, el impacto de las reformas estructurales, pero principalmente se le destacaron las garantías que tiene la inversión española en México. Le hablaron de las posibilidades de inversión que siguen abiertas en el país, en tanto el crecimiento estimado en la llegada de visitantes, aun sea de un estimado menor al tres por ciento, sigue siendo positivo; le plantearon cifras, datos duros sobre la inversión pública en infraestructura turística y sobre el desempeño de la actividad en el año que recién terminó. El interés español es mayúsculo; empresarios de ese país son dueños u operadores de una gran parte del inventario hotelero en los principales destinos de sol y playa en México, con cientos de millones de euros invertidos. Proyectos que no se detienen pese a la situación económica de ese país, en tanto la industria turística española ha seguido creciendo y tiene, principalmente en Cancún, Riviera Maya y Vallarta, sus mayores intereses fuera de su país. La respuesta del príncipe Felipe, cuentan, fue positiva.

La inversión española, pues, seguirá en México. El jueves anterior, el presidente del poderoso grupo OHL, Juan Miguel Villar Mir, se reunía con el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, y le reiteró el compromiso de inversión en más hoteles en el complejo de Mayakoba, en la Riviera Maya, así como el interés en participar en la licitación del tren Transpeninsular; aparte, se concretaron múltiples operaciones en la feria que tienen que ver con el país. Los destinos mexicanos vendieron bien a los operadores y mayoristas; se anunciaron nuevos vuelos —uno muy importante es la frecuencia directa entre Sao Paulo y Cancún, que operará la aerolínea Gol— y, algo muy importante, las tarifas hoteleras negociadas fueron a la alza.

Y es que, parafraseando al clásico, es el Turismo: la realidad de España es una buena muestra de lo que significa para la economía de un país esta actividad; este motor ha sido el que ha evitado una mayor debacle de este país. Aún con la crisis, el sector creció el año pasado más de cinco puntos porcentuales, aporta el trece por ciento de su Producto Interno Bruto y emplea a millones de personas. Los principales grupos hoteleros siguen abriendo la cartera y mantienen fuertes inversiones, principalmente en México y en el Caribe. El año anterior recuperaron el tercer lugar del ranking de visitantes internacionales de la Organización Mundial de Turismo, y en esta edición de Fitur los destinos de este país tuvieron una fuerte demanda; siguen siendo, principalmente los de sol y playa, los favoritos del mercado europeo. Seguirán, pues, con una dinámica positiva que contribuye a paliar la crisis que padecen otros sectores económicos.

La inversión española no se detendrá en México en tanto el mercado de turistas no ha decaído. La posición geográfica de nuestro país, la proximidad con el mayor mercado de turistas en el mundo hoy por hoy —Norteamérica—, sigue siendo un factor preponderante, sumado a la infraestructura turística existente y a los atributos de naturaleza, cultura y gastronomía, que lo hacen sumamente competitivo. Es verdad que hay una preocupación que se hizo manifiesta por los temas de seguridad —el tema de Michoacán fue un fantasma constante en esta feria— y que México debe garantizar que esta situación no se generalice, y alcance los destinos turísticos. Pero los euros seguirán llegando.

El presidente de OHL Juan Villar, reiteró al gobernador de Quintana Roo, el compromiso de inversión en más hoteles en el complejo de Mayakoba, en la Riviera Maya, así como el interés en participar en la licitación del tren Transpeninsular.

El sector tiene en Cancún, Riviera Maya y Vallarta, sus mayores intereses fuera de su país; destinos mexicanos vendieron bien a los operadores y mayoristas

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