Estupefacciones

Estupefacciones
Por:
  • larazon

Tiene razón Raúl Trejo Delarbre (Eje Central): la matanza del domingo en Ciudad Juárez es tan pavorosa que los columnistas no han reaccionado sino con lugares comunes y condenas catárticas, y los funcionarios con declaraciones trilladas.

La violencia en esa ciudad ha llegado a extremos de horror inauditos. La masacre es una muestra de que también los inocentes son alcanzados por las balas de las bandas criminales. Entre los acribillados había adolescentes que eran estudiantes destacados, seguramente ajenos por completo a las pugnas de las pandillas. La irracionalidad del múltiple crimen, su crueldad desmedida, nos han dejado atónitos y ante una verdad incontrovertible: las guerras cobran también vidas de quienes no participan en ellas. Ése es el principal motivo por el que es altamente deseable que las que se desarrollan en nuestro país finalicen, desde luego con la victoria del Estado de derecho, en un período relativamente breve. Por desgracia, nadie podría asegurar que así será.

Otras noticias nos dejan asimismo pasmados. No es fácilmente digerible que el PAN, al que pertenece el Presidente de la República, se alíe con el PRD. El PRD no reconoce como tal al Presidente —cuya toma de posesión intentó impedir a toda costa—, tiene su propio presidente legítimo (con todo y gabinete y salarios), califica de mafia a su nuevo aliado y se opone a todas las iniciativas presidenciales. El propósito explícito es vencer al PRI. “Cuánta pobreza y qué estrechez de miras”, deploró ayer Pablo Hiriart. Me pregunto si los simpatizantes de cualquiera de los partidos aliados otorgarán su voto a una alianza que quizá les parezca que desecha principios y se fragua en el deshonor.

También provoca sorpresa la exoneración de 12 ex funcionarios de Michoacán, cuya detención en su momento fue publicitada como fruto de una cuidada labor de inteligencia policial y a muchos nos pareció plausible porque parecía tratarse de un fuerte golpe contra servidores públicos ligados al narco. Es de recordarse que los 32 detenidos —20 aún están presos— fueron puestos bajo arraigo, figura cautelar que permite al Ministerio Público disponer de tiempo suficiente para recabar elementos probatorios contra los sospechosos teniéndolos en tanto privados de su libertad. El caso debe servir para revisar esa figura, que se ha utilizado abusivamente. Es conveniente que para su aplicación se exijan indicios del involucramiento del sospechoso en el delito que se investiga y de que hay riesgo de fuga, que su duración máxima sea de un mes improrrogable y que se indemnice al afectado cuando al final del arraigo se le deba dejar en libertad por falta de pruebas.

ldelabarreda@icesi.org.mx

agp