Evidencias de la extravagancia
Allá en la Villa de Guadalupe, frente a la Basílica, un tiburón blanco se lanza por los aires a la caza de una presa que al parecer no tendrá salvación. Al mismo tiempo, en la colonia Condesa, en la esquina de las calles Veracruz y Tampico, un gigante blanco asoma por encima de la casa antigua; apacible, mira cómo cambia su entorno. Ambas figuras rompen con lo cotidiano, resaltan como juguetes del surrealismo chilango y son motivos que disparan la imaginación. Hay quienes ven en ellas obras artísticas y otros un desvarío. Lo cierto es que como divertimentos urbanos no cargan con la formalidad de las esculturas y piezas que colocan las autoridades. Ahora forman parte del paisaje que la ciudad muestra a propios y extraños.
En el asfaltado Valle del Anáhuac por todas partes hay sorpresas que esperan ser descubiertas. Si las encontramos, tal vez podríamos maravillarnos.
Fotografía: El escualo volador es del Museo de las Curiosidades de la calle Zumárraga, en el Tepeyac. La imagen inferior es del inmueble que ocupa la boutique Scotch & Soda, en la colonia Condesa.
* Esta columna regresará el 7 de enero, felices fiestas a todos
urbimex@yahoo.com.mx
Twiiter: @jorgemme