Finanzas públicas: en busca de la austeridad

Finanzas públicas: en busca de la austeridad
Por:
  • arturov-columnista

En general, puede considerarse como satisfactorio el resultado de las finanzas públicas el año pasado, dado que parece frenarse la tendencia creciente del déficit público, ello gracias entre otros factores, a la disponibilidad de recursos extraordinarios.

No obstante, para este año y el siguiente las cosas pintan muy diferentes, mantener la senda decreciente del déficit requerirá un esfuerzo adicional mayor, que necesariamente se tiene que traducir en mayor austeridad fiscal. En consecuencia, la conjunción de los esfuerzos monetarios y fiscales hará frente a la difícil coyuntura económica.

Al término del año 2015, continuó la corrección importante a las finanzas públicas, con un menor déficit y en línea con lo programado. El déficit amplio (requerimientos financieros del sector público) alcanzado en el año representó 4.1% del PIB, en línea con lo programado, además de que mostró una importante disminución desde el nivel de 4.6% alcanzado en 2014.

La deuda pública ampliada se incrementó hasta 45.7% del PIB desde 41.4% en el cierre de 2014. Cabe notar que, de acuerdo a la Secretaría de Hacienda, casi la mitad del incremento en la deuda amplia respondió al efecto de la depreciación del peso frente al dólar. Debe notarse que del total de la deuda pública neta, el 31% es deuda externa y el 69% es deuda interna.

El gasto público superó la programación oficial con un avance real en el año de 5.2%. Las erogaciones públicas superaron lo programado en 228 mmp, y por lo tanto, no hubo necesidad de recortes al gasto como previamente se había pronosticado. Por otro lado, los ingresos también superaron las expectativas en 242 mmp. Destaca la recaudación adicional del ISR apoyada por los buenos resultados en el proceso de “desconsolidación fiscal”, apuntados en la reforma fiscal de hace dos años; las coberturas petroleras, y el remanente de operación de Banxico. En adición, apoyaron una mayor eficiencia recaudatoria, y por el crecimiento económico, en particular de la demanda local. En conjunto, lograron impulsar un avance de los ingresos públicos totales de 4.2% real anual, por lo que la pérdida de ingresos petroleros (-33%) fue más que compensada.

Para este año y el siguiente las condiciones de las finanzas públicas serán muy diferentes, y mucho más adversas. De entrada, el precio del petróleo actualmente está 70 por ciento por debajo de lo presupuestado, aunque la adquisición de las coberturas petroleras y la mayor cobertura económica —una mayor recaudación de IEPS de gasolina y diésel— libra la situación financiera casi totalmente para el gobierno federal, Pemex sí resiente directamente el choque sobre el precio del petróleo. Ello obliga a recortar los gastos de la paraestatal en forma importante en este año y hacia adelante.

Desafortunadamente, la perspectiva de precios bajos del petróleo persiste al menos hasta el 2017. Bajo este supuesto sumado al de debilidad económica global, la necesidad de una mayor austeridad abarcará no sólo al sector paraestatal, sino que también el Gobierno federal se verá en la necesidad de realizar ajustes al gasto público. En este sentido, es que tanto autoridades monetarias como fiscales ya han hecho hincapié en la necesidad de realizar sendos ajustes al gasto del sector público —vía PEMEX—en este año y también en el Gobierno federal durante el siguiente.

avieyra@banamex.com

Twitter: @ArturoVieyraF