Fortalezas de la economía mexicana

Por Joaquín Gándara

La economía mundial enfrentará en 2016 un entorno desfavorable, pero México posee fortalezas que le permitirán enfrentar este complejo contexto económico, diferenciándose de otras naciones emergentes.

Entre los factores a destacar se encuentran la disciplina de las finanzas públicas, el adecuado manejo de la política monetaria del Banco de México, el régimen flexible del tipo de cambio, una tasa de inflación bajo control e históricamente baja, y la puesta en marcha de las reformas estructurales, que en este año deberán resultar en mayores impactos positivos.

Desde luego el IMEF reconoce riesgos que pueden desviar los logros alcanzados, pero se tiene la convicción de que el Gobierno tiene el compromiso de perseverar en la disciplina fiscal, monetaria y cambiaria, aunadas al impulso de la agenda de los cambios estructurales.

Entre los riesgos existentes se observan algunas complicaciones a enfrentar por parte del Banco central, ya que podría ser necesario desligarse en algún momento del calendario de ajustes de tasas de la Fed, sobre todo si la volatilidad del peso se mantiene de manera prolongada.

Además, es probable que en los siguientes meses inicien los llamados efectos de segundo orden en los ajustes de precios, materializándose el traspaso de las variaciones cambiarias al consumidor, arriesgando así el cumplimiento de la meta de inflación.

En conclusión, 2016 será un año de grandes riesgos y retos, pero también de oportunidades. Un importante activo de la economía mexicana es la diferenciación que ha logrado frente a otras economías emergentes, lo cual representa importantes oportunidades para la inversión y el crecimiento del país.

En el IMEF, y de acuerdo con nuestra última encuesta de expectativas, se anticipa una expansión del PIB de 2.7 por ciento para este año. Para que esta tasa fuese mayor y cercana al 3 por ciento, se tendrían que concretar una serie de factores, como son un impacto más profundo de las reformas estructurales a lo largo del año, una recuperación más sólida de Estados Unidos que refuerce la demanda externa, así como una expansión más fuerte del consumo interno y un impulso más decidido a las inversiones productivas privadas. Para esto último, existe un gran potencial de oportunidades en varios sectores como la construcción y la manufactura.

Cabe agregar que la acertada contratación de la cobertura petrolera para asegurar los ingresos, introduce un elemento de certidumbre a las finanzas públicas y en virtud de todo ello, en el IMEF consideramos que las fortalezas aquí descritas deberán acompañarse de un decidido combate a las actividades ilícitas y a la corrupción, ya que sólo así se garantizará un sistema económico con certidumbre y confianza, apto para las inversiones que conduzcan al bienestar del país.

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