¡Fuera porros!
El lunes 3, estudiantes del CCH Azcapotzalco fueron atacados por un grupo de porros, frente a la Torre de Rectoría. La agresión ha sido repudiada y la UNAM se ha movilizado, fue a paro y está en ebullición.
El hecho arroja diversas reflexiones, posturas y debería ser detonador de cambios deseables, sin romper el orden institucional. En primer lugar, es inadmisible que a plena luz del día, afuera de un edificio situado “a la ribera” de una de las principales avenidas de la ciudad, Insurgentes, y sede del gobierno de una de las más importantes universidades públicas de América; se dé este acto.
El simple hecho de que un grupo de estudiantes se manifieste y sea lesionado, sin importar de qué institución son, el lugar y la hora; basta para que directivos escolares y la autoridad pública intervengan, esta última no sólo como ministerio público o impartiendo justicia, sino como garante de las libertades públicas, de su vigencia y reparación en caso de violación, pero sobretodo como resolutora de las causas que impiden el ejercicio de derechos tan básicos como reunirse y protestar.
Los estudiantes de las universidades públicas tienen derecho a una educación laica y gratuita, eso no está en discusión, pero también a una de calidad que los prepare para un mundo laboral altamente competitivo, y debe ser en un ambiente libre de violencia que les permita desarrollar al máximo sus capacidades, habilidades y destrezas.
El Estado emerge con un deber primario, proteger a sus miembros; la inseguridad pública y la violencia que desencadena, son prueba de una falla grave y dolorosa del nuestro.
La Universidad, debe ser el espacio seminal de la investigación, la docencia, y promoción de la cultura en el país; todo ataque en su seno, es un atentado múltiple, porque va en contra del nido que crea y recrea el pensamiento; que enseña sin estar en el parlamento, que no existe un pensamiento único, que los contrarios deben presentar el brillo de los argumentos y no el de las navajas; porque ahí la juventud es portadora de la esperanza de una nación en un futuro mejor.
La UNAM cuenta con un área dedicada a la vigilancia en sus instalaciones, ¿ cuáles son sus protocolos de actuación ante una agresión a sus alumnos? ¿Por qué no actuaron? Y si actuaron ¿por qué sí se perpetró el ilícito? La lesión pudo concluir en homicidio. El área debe ser reestructurada y su titular cesado. El delito tiñe el campus, y alimenta la nota roja desde hace varios años.
Un primer paso en una radical y auténtica transformación educativa, es garantizar un derecho básico, la seguridad de los alumnos, acabando con esa centenaria lacra universitaria: los porros.
Las instituciones públicas, principalmente la Jefatura de Gobierno, deben mostrar su capacidad de reacción y sanción. La agresión no ocurrió en la Serenísima República de San Marino: ¡fuera porros de la universidad!
-
Bebé Reno: ¿Quién es en la vida real Martha, de la perturbadora serie de Netflix? | VIDEO
-
Bad Bunny comparte un adelanto de su próxima canción con Myke Towers, así se escucha 'Adivino'
-
Mexibús cae de desnivel y choca contra un muro en Ecatepec; hay varios lesionados
-
Violeta Isfel desconcierta a fans por VIDEO sin filtros: 'está muy cuarteada'
-
¿Qué pasó con Elizabeth Parker en la vida real? Así fue su trágico final