G7: terrorismo, guerra y cambio climático

G7: terrorismo, guerra y cambio climático
Por:
  • valeria_lopez_vela

Esta semana, en Toronto, se reunieron ministros y cancilleres de las siete democracias más avanzadas, en preparación a la cumbre del G7, que se llevará a cabo el 8 y 9 de junio, en Quebec.

La agenda puso especial énfasis en los países que ponen más nerviosos a la comunidad internacional: Rusia, Irán, Siria, Corea y Venezuela. De ellos, los que no tienen ejército, tienen petróleo. La combinación resulta letal, pues el poco compromiso democrático ha permitido regímenes totalitarios que, en un santiamén, se decantan por la violencia, a veces interna; las menos, externa.

Las alianzas entre ellos aumentan la temperatura de la comunidad internacional.

El segundo asunto que más preocupó durante la reunión fue el terrorismo, cuyo secreto descansa en la liquidez: económica y geográfica. Los grupos terroristas han encontrado cobijo en algunos Estados —Sudán, Siria, Irán, por ejemplo—mediante el anonimato cotidiano y el estruendo de la barbarie de los ataques. Por ello, no es coincidencia que las organizaciones más letales sean, también, las más ricas. De acuerdo con datos de Forbes, las organizaciones terroristas más acaudaladas son: Hezbollah (1,100 mdd); Talibán (800 mdd); Hamas (700 mdd); Al-Qaeda (300 mdd); Estado Islámico (200 mdd); PKK –Partido de los Trabajadores de Kurdistán (180 mdd); Kata’ib Hezbollah (150 mdd); Yihad Islámica Palestina (100 mdd); Lashkar-e-Taiba (75 mdd) y el Ejército Republicano Irlandés —IRA— (50 mdd).

En un viejo artículo de 2004, Jeremy Waldron señaló que los actos terroristas pueden ser simplemente actos encaminados a imponer un costo por el incumplimiento de ciertas demandas políticas, y se puede calcular que funcionan a través de la evaluación racional de esos costos (en comparación, por ejemplo, con los costos de cumplimiento), más bien a través de cualquier cosa que se acerque a la inducción de pánico o terror. En estas coordenadas es que debemos situar el atropellamiento de la mañana del lunes, a unas cuadras de la reunión, en el que nueve personas perdieron la vida.

Así, la asamblea preparatoria al G7 tuvo que habérselas con las acciones de presidentes autoritarios, como Vladimir Putin o Bashar Al Assad, al tiempo que busca medidas de seguridad frente a los escurridizos terroristas.

La reunión incluye otros objetivos: fortalecer la clase media, avanzar en igualdad de género, luchar contra el cambio climático y promover el respeto por la diversidad y la inclusión.

En la cumbre participaron los ministros de Relaciones Exteriores de Canadá, Reino Unido, Japón, Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia; fue copresidido por la Unión Europea y contó con la participación especial de Panamá, Colombia, Jamaica, Ecuador, Ghana y Croacia.

Será interesante ver la interrelación entre el anfitrión, Justin Trudeau, la canciller Angela Merkel, el presidente Macron, la primera ministra Theresa May, el primer ministro Paolo Gentiloni y el inconvencional Donald Trump.