Ganancias monopólicas

Si las estimaciones de la OCDE y las nuestras son válidas, las ganancias extraordinarias en mercados sin competencia en México alcanzan los 305 mil millones de pesos anuales.

El viernes comentamos en este espacio de la trascendencia que el Congreso de la Unión finalmente aprobara un paquete de reformas a la Ley Federal de Competencia, al Código Fiscal de la Federación y al Código Penal Federal, modifica cualitativa y cuantitativamente las multas y otorga mayor certidumbre al trabajo de la Comisión Federal de Competencia, presidida por Eduardo Pérez Motta.

Entre los principales cambios se encuentran:

1. Las multas máximas para quien cometa prácticas monopólicas absolutas y relativas se elevan a 10 y 8 por ciento, respectivamente, de los ingresos anuales totales en México del infractor, sin necesidad de reincidencia;

2. Se establecen sanciones penales de 3 a 10 años para quien cometa prácticas monopólicas absolutas, algo inexistente hasta hoy, y

3. Se permite a la Comisión Federal de Competencia realizar visitas de verificación sin previo aviso a las instalaciones de los agentes económicos para recabar información relacionada con sus investigaciones.

Según José Ángel Gurría, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “esta es una reforma de vanguardia, que pone a México a la altura de las mejores prácticas internacionales y que contribuirá seguramente a generar los incentivos adecuados para evitar prácticas monopólicas en beneficio de los consumidores”.

Precisa que de acuerdo con estimaciones de la OCDE, los consumidores mexicanos realizan 30% de su gasto familiar en mercados con problemas de competencia y pagan hasta 40% más en estos mercados, que si existiese libre competencia.

En pesos y centavos, lo anterior significa que los consumidores y usuarios nacionales pagan en conjunto un sobre precio de aproximadamente 305 mil millones de pesos o lo que es lo mismo, las diversas prácticas monopólicas generan a las empresas ganancias extraordinarias por esa cantidad.

De acuerdo con diversos estudios de la misma OCDE, los beneficios no sólo son microeconómicos, sino que la promoción de la competencia y la desregulación promueven el crecimiento de la productividad del los países, la inversión, el empleo y la innovación.

Para México, han sido muchos los llamados para impulsar la competencia en sectores estratégicos considerados cruciales como la electricidad, la extracción de petróleo y gas, así como en telecomunicaciones y transporte, en algunos casos porque son monopolios estatales y en otros porque no existe una política pública explícita con este objetivo. En todo caso, aún existe en materia de competencia un largo camino por recorrer.

manuel.herrera@3.80.3.65

Twitter: @DarkEconomist