García Márquez, ni recadero ni bufón de Fidel

García Márquez, ni recadero ni bufón de Fidel
Por:
  • larazon

García Márquez no es bufón de Fidel. Tampoco su recadero para decirle “maricón” a Felipe González. Es su amigo.

Esto viene a cuento tras el artículo “El bufón de Fidel”, publicado por Bertrand de la Grange el pasado sábado 22 en La Razón.

“¿Qué puede pasar en la cabeza de un gran escritor, octogenario y premio Nobel de Literatura, cuando se le ocurre escribir una oda a la gloria de un tirano, también octogenario?”, arranca.

Sigue: “Me hacía esa pregunta mientras leía con asombro el retrato que Gabriel García Márquez, Gabo, acaba de dedicar a su amigo Fidel Castro, que cumplía 83 años el 13 de agosto. Bajo el título “El Fidel Castro que yo conozco”, el escritor colombiano describe a un hombre que sólo existe en su imaginación calenturienta”.

Agrega que, en los ‘80, por orden de Fidel, le dijo a Felipe González que era “un maricón”, según el escritor Norberto Fuentes.

Bertrand no tiene toda la información sobre esa crónica, ni sobre el “recado”, aun cuando es un periodista muy enterado sobre Cuba desde que fue allá un crítico corresponsal, lo cual le costó agresiones físicas y la expulsión del país.

García Márquez no “acaba de dedicar” esa crónica. La escribió hace un cuarto de siglo para prologar el libro “Habla Fidel”, de Gianni Miná. Es una pieza literaria de cinco mil 243 palabras, titulada “Fidel Castro: el oficio de la palabra hablada”. El 4 de agosto de 2006, Granma Internacional divulgó un fragmento de mil 443 palabras, con otro encabezado: “El Fidel Castro que yo conozco”.

Llega a describir a Cuba en “una incompetencia burocrática colosal que afecta a numerosos órdenes de la vida diaria” y a Fidel en el cénit de su poder y de su gloria, pero sufriendo “la soledad del poder”.

Esto último no le gustó al líder cubano, quien se lo dijo a Maria Shriver, cuando lo entrevistó en 1987 para CBS. “¿Siente la soledad que menciona García Márquez?”, le preguntó. “No. Es que Gabo nunca me ha visto en un recorrido entre la población, como el que tú hiciste conmigo hoy”.

Tampoco es cierto lo de “maricón”. Norberto Fuentes escribe en “Dulces guerreros cubanos” que García Márquez se los reveló en Cartagena a él y al novelista Eliseo Alberto: “Lichi es testigo. Pueden preguntarle”.

Pero Lichi lo niega. “Gabo jamás contó eso”. Y lo dice un escritor exiliado, crítico del sistema cubano.

De Fidel se pueden decir mil cosas, pero no que necesite a alguien para decirle maricón a otro. Si algo tiene es valor.

Además, García Márquez ha escrito con la misma generosidad acerca de otros. Escribe bien de sus amigos. Como todos.

Finalmente: admiro a García Márquez como el mejor escritor de habla hispana vivo, pero no su posición política, que parece salida de “Canción en harapos”, de Silvio Rodríguez:

Desde un mantel importado y un vino añejado

Se lucha muy bien

Desde una mesa gigante y un auto elegante

Se sufre también

En un amable festín se suele ver combatir.

ruben.cortes@3.80.3.65

Lee la columna "El bufón de Fidel"

fdm