Gobernar por anuncios: del Chapo al IEEPO

Gobernar por anuncios: del Chapo al IEEPO
Por:
  • larazon

Horacio Vives Segl

¿Qué pasó con el gobierno que empezaba su gestión en una situación inmejorable? Inició con el pie derecho, al haber heredado del gobierno anterior finanzas sanas, una economía dinámica, políticas públicas y programas sociales marchando y, muy importante, amarrando un acuerdo político —el Pacto por México— que le permitió aprobar relevantes reformas constitucionales. Habiendo transcurrido prácticamente la mitad de la administración, el escenario es muy distinto. Ante los resultados a la vista y la consiguiente crisis de credibilidad, la estrategia parece ser gobernar con base en anuncios efectistas. Aunque tampoco es algo nuevo, aquí algunas reflexiones.

 La toma del IEEPO. El viernes pasado, Pedro Sánchez escribía para Tinta ITAM de La Razón que la reforma al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca parecía más una intervención que una genuina reforma. Coincido totalmente con esa opinión. Al margen de compartir el entusiasmo por el descabezamiento de ese instituto —más vale tarde que nunca— controlado por la sección 22 de la CNTE, y más allá de que evidentemente habrá que esperar un tiempo prudencial para saber de los derroteros de la medida, no hay que especular mucho sobre si la decisión fue tomada por méritos propios o a consecuencia del mal manejo de la crisis tras la fuga de Joaquín Guzmán. ¿Qué había de nuevo como para tomar la decisión de ponerle un hasta aquí al IEEPO y mandar fuerzas federales a controlar Oaxaca? Respuesta obvia: la reciente fuga del narcotraficante, que conmocionó internamente a México y lo hizo el hazmerreír internacional de moda.

Si desde el día uno que se aprobaron la reforma constitucional y las leyes secundarias en materia educativa, la sección 22 de la CNTE había

confrontado a los gobiernos federal y estatal, ¿no habría sido mejor tomar la decisión meses atrás? Así, el país se habría ahorrado diversos desmanes y manifestaciones de extorsión y corrupción (tales como las marchas que desquiciaron al Distrito Federal, los cierres de los recintos legislativos de San Lázaro y el Senado, la destrucción de diversos inmuebles, la desviación de recursos públicos para el sostenimiento de la protesta) y se habría atendido oportunamente lo que siempre debería estar en el centro de las preocupaciones: que los niños reciban educación de calidad, en clases completas, impartidas por profesores evaluados para su mejor desempeño.

 Sombrero vacío. Se siguen acumulando las malas noticias. Por citar las de los últimos días: si bien es encomiable la transparencia con la que se dio la primera fase de las licitaciones de la llamada “Ronda Uno” para la exploración petrolera, la pobre adjudicación de contratos —notoriamente inferior a lo esperado— da cuenta de lo fallido de la licitación; por otro lado, los datos dados a conocer por el CONEVAL sobre la medición de la pobreza mostraron que tenemos a dos millones de mexicanos convertidos en “nuevos pobres” en los últimos dos años. Quedó, así, al descubierto lo que muchos analistas en el tema ya habían apuntado: el fracaso de la “Cruzada Nacional contra el Hambre”. ¿Cuál será ahora, y de dónde vendrá, el anuncio que intentará revertir el ánimo popular y el de la comentocracia?

En su momento, el gobierno echó mano de temas que pudo capitalizar exitosamente: Elba Esther Gordillo, Joaquín Guzmán y la CNTE (los tres villanos favoritos de la opinión pública). No veo, en el ánimo colectivo, otro asunto que pueda aglutinar un rechazo semejante. Tal vez la estrategia llegó a su límite y los resultados son ya contraproducentes.

 Apunte final. Deleznable la actitud de los militantes del PRD que atacaron a la vocal ejecutiva del INE del distrito Juchitán. Entre otras cosas, la democracia exige tolerencia y aceptar los resultados electorales. Mi solidaridad con Lorena Nava Cervantes.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl