Gracias, Tuca

Gracias, Tuca
Por:
  • jorgeernestow-columnista

En el mundo raro en el que vivimos, ya lo dijo alguna vez Miguel Mejía Barón, en donde el sentido común es toda una rareza, encontrar posturas coherentes se vuelve un acto casi heroico (aplica para el futbol y para la política).

Por eso aplaudo rabiosamente que Ricardo Ferretti, tajante, haya anunciado, por enésima vez, su negativa a ocupar el cargo de seleccionador nacional. Si alguna vez cedió a esa petición, y fue muy claro, lo hizo porque se trataba de un trabajo eventual y en un momento delicado. Hubiera sido penoso que el primero que se atrevió a criticar lo que llamó “partidos moleros” terminara siendo el rey del mole.

En el fondo, Ricardo Ferretti se las sabe todas. Por eso decide lo más inteligente. Tiene demasiados años entre nosotros para saber que toda esa corriente que hoy lo apoyaba para tomar a la selección, no tardaría en darse vuelta después de un tiempo, con pretexto de un mal resultado o una pobre exhibición; y que ese proceso no tiene freno ni escapatoria, es una enfermedad degenerativa que conduce a un solo sitio. Hasta quien llega como “bien amado”, se va del TRI entre insultos e indignación.

También resultaba bastante extraño colocar entre los posibles aspirantes al cargo a un entrenador como El Tuca, con un montón de méritos indiscutibles, pero al que le cuesta mucho confiar en los jóvenes, justo cuando se pretende un proceso paralelo que piense no sólo en el reto inmediato, Catar 2022, sino en el siguiente Mundial, el de 2026, en el que México será sede.

Guillermo Cantú, quien tiene un cargo diferente en el nuevo organigrama, pero que mantiene la responsabilidad de dirigir el trabajo de las selecciones nacionales, nuevamente genera tremendas dudas con sus devaneos. Desde el primer día no fue capaz de dejar en claro la situación de Juan Carlos Osorio, con el que había hablado pero no había llegado a ningún acuerdo, porque, según dio a entender, seguía analizándose su continuidad. Un par de días después llegó el comunicado con la negativa de Osorio a ser considerado “uno de los candidatos”. Es decir, tampoco se le hizo una oferta de renovación formal.

Ahora es Ferretti el que se baja del barco, cuando muchos pensaban que sería el bueno. Y aunque según Cantú elegir al entrenador de la selección es más importante que urgente, y se van a tomar todo el tiempo que se requiera, sigo pensando que antes de eso habría que reestructurar una Comisión de Selección con un plan general que aclare qué se pretende o cuáles son los objetivos a seguir en los próximos cuatro o, incluso, ocho años.

Pero si lo único que importa es encontrar un técnico y que éste lo decida todo, ocurrirá como en el fallido proceso de Juan Carlos Osorio, que se va sin dejar una base firme para el futuro, porque siempre se estaba pensando en el siguiente partido y en el rival en turno, y no se veía más allá.