¡Háblense!

¡Háblense!
Por:
  • rodolfoh-columnista

Mikel Arriola, candidato del PRI al Gobierno de la ciudad, hizo recientemente una declaración que algunos tomaron a la ligera, pero que nada tiene de chusco o banal. Le hizo a Alejandra Barrales una invitación para declinar a su favor, para hacer una alianza que frene a Morena.

Obviamente el llamado del priista llevaba jiribilla, porque lanza la idea de que él está arriba en las preferencias electorales. Se aprovecha de que, por alguna muy extraña razón, las casas encuestadoras prestan poca o nula atención a la competencia en la capital.

Supongo que como la mayoría de los candidatos, tienen recursos muy limitados, pues las encuestadoras no les van a hacer el trabajo gratuitamente. Siempre tengo presente esa máxima de un amigo querido, que alguna vez me dijo: “socio, la encuesta es de quien la trabaja”. Por lo tanto, es cuando menos dudosa la aseveración de Arriola, de que ha rebasado a la perredista.

Pero regreso al punto de que lo dicho no es cosa menor, porque derrotar aquí a Morena, en cualquier escenario, sería ponerle un dique muy sólido al social-populismo.  Desde hace meses vengo diciendo en este espacio y en cuanto foro me presento, que al final del día debe haber una alianza de facto entre el PRI y el Frente.

Ya viene siendo hora, porque no es momento ni de vanidades ni de irresponsabilidades. Lo que está en juego es el futuro del país, y no es mandando a Mikel al psicólogo como se responde a esto. Lo que está en disputa es cosa seria; no son los dulces de una piñata.

Lo correcto hubiera sido que Barrales le devolviera la cortesía, invitándolo a él a sumarse con ella. Ojalá no se quede esto en lo gracioso y anecdótico, sino que empiecen los acercamientos entre ellos para llevar al triunfo a quien vaya arriba. Debo subrayar que me cuesta mucho trabajo pensar que el priista se haya colocado en segundo sitio, simple y sencillamente por el nivel de rechazo que tiene el tricolor en la ciudad. Eso, aunado a la absoluta falta de estructura.

La preparación de Arriola para el puesto no la tiene ninguna de sus contrincantes (mucho menos Súper Barrio), pero Barrales suma al PRD y al PAN. Ambos partidos tienen una fuerza territorial y económica con la que el PRI no compite. Digamos que el tricolor capitalino ya forma parte de la segunda división, con algunos pocos cracks que destacan en la “liga premier”.

Aquí cabe bien un símil futbolero: cuando dos jugadores, que tienen que hacer mancuerna, sobre todo en la defensa, no se coordinan, usualmente viene el grito del entrenador, del portero y demás compañeros, de que se hablen entre sí. En este caso, Barrales y Arriola juegan en equipos distintos, pero ya es tiempo de que empiecen a dialogar.

El PRI necesita ayuda en Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Milpa Alta. El Frente, en todos lados, porque la contienda con Morena es muy cerrada. Sin duda, el tricolor puede hacer una jugada de fantasía, de la mano de Arriola. Así que Barrales debe dejarse de bromas.