Hasen crea vinos para los Millennials

Alma de tierra, en mazateco: Hasen. Así se denomina la vinícola de Aguascalientes, que con tres caldos en el mercado le mete dinamita al boom del vino mexicano.

Saturación de aromas y gran frutalidad reviven una vieja polémica. ¿Los sommeliers tienen la capacidad de hacer vinos de calidad? Sí, es así, estamos ante un nuevo oficiante de la uva.

Revolución en la nariz: ¿Enólogo o sommelier? Antes no existían los enólogos con títulos nobiliarios, eran monjes alquimistas que comían la tierra para ver como vendrían los nuevos vinos. Probaban las calidades de la tierra en su mineralidad, salinidad y nutrientes, y de esa manera vinificaban.

Eran sommeliers en potencia, guiadores de vinos y sabores, conductores de experiencias, exploradores de la multiplicidad de sensaciones. Construían vinos al modo y gusto de quienes lo tomarían: aristócratas, reyes, plebeyos, monjes, Papas o guerreros, quienes los requerían para darse valor.

Si bien el enólogo —genio vanguardista en su oficio— tiene las armas para lograr resultados espléndidos y complejos, los vinos de autor no siempre consiguen el mercadeo. Sin embargo, el sommelier tiene el pulso de la gente, es un vendedor de ilusiones que palpa al público y consigue saber lo que éste quiere y hasta dónde se arriesga en el binomio precio y calidad.

Vinícola Hasen nace de esta idea, construye vinos de gran calidad, pero sin enólogos en la planta.

Esta Alma de tierra nace en el altiplano a una altura de mil 700 metros. En verano los días soleados se niegan a irse, hasta las 20:00 horas hay iluminación. La temperatura se mantiene en un baile lúdico: puede llegar a los 32 grados en el día y descender hasta los cuatro grados bajo cero por las noches.

Son microclimas excepcionales que dotan de gran estrés a los frutos de la vid y generan una frutalidad y una paleta aromática que provee a los caldos de estas particularidades: expresión y aroma exacervados.

Nebbiolo, Sirah y Malbec, sus tres cepas

Son vinos para disfrutar en la nariz, se toman por ahí prácticamente, sus aromas a frutos rojos muy maduros, herbáceos y con un tanino muy marcado explotan a los lados de la lengua y en el paladar. Consiguen una revolución excesiva, grotesca, esa cualidad le da un toque fenomenal.

Extraño efecto en vinos con apenas siete años de experimentación y proceso. Vinícola Hasen se fundó en 2009, inició con cuatro barricas y sin viñedos propios —pronto contaría con tres hectáreas—, pero al pendiente de las cosechas compradas con antelación de Nebbiolo, Sirah y Malbec.

Con este juego de caldos en barricas nuevas por 18 meses, arman y estructuran sus tres vinos, cada cual con base en una cepa distinta. Su etiqueta Hasen Premium es una base de Malbec con Syrah y Nebbiolo; Intervalo, tiene una base de Nebbiolo, con Syrah y Malbec, y Stacatto, recientemente liberada, tiene como base el Syrah mezclado con Nebbiolo y Malbec. Todos excepcionales.

Vinos para Millennials

Los dos socios de Vinícola Hasen, el ingeniero bioquímico en alimentos y sommellier, Aldo Santarelli Chaurand, y Juan René Martínez Díaz, asesorados por dos grandes enólogos, egresados de la Universidad de Monpellier, Francia: Trinidad Jiménez y Rafael Garza García han sorprendido con tres etiquetas diseñadas para la generación millennial.

Esa población aparenta mayor sensibilidad a la cultura del vino, mientras que los denominados hipsters, siguen atrapados en los afrutados Merlot, no pasan de ahí, no compran buen vino y no tienen mucho conocimiento del vino nacional, según comentarios de restauranteros de la Roma/Condesa.

Desde un principio Vinícola Hasen decidió hacer vinos que marcaran diferencias y su meta es que alcancen gran calidad para competir con vinos extranjeros. El resultado y respuesta que tuvieron no la esperaban, pero los comentarios fueron favorables.

En 2011 sacaron la segunda añada, la cual fue reconocida por Guías Internacionales como Palacio, en la que su etiqueta Hansen alcanzó 91 puntos, como uno de los mejores vinos de Iberoamérica.

La Guía Peñín le dio 91 puntos y lo estima como uno de los mejores vinos de Latinoamérica, mientras que la Guía Catadores 2015 la ubicó como uno de los mejores vinos mexicanos.

Los socios Vinícola Hasen saben que hay que estar un poco locos para entrar en este oficio y para gastarse todos sus ahorros. Admiran, por supuesto, a sus mentores y a los enólogos ya legendarios, José Luis Durand y Víctor Torres Alegre.

Pero tienen la seguridad de que los vinos mexicanos empiezan a ser tendencia y ser reconocidos en concursos internacionales. Se están enfocando en la exportación, para lo cual han conformado las cinco vinícolas de aquella zona, el Consorcio de Productores de vinos de Aguascalientes.

El Dato

Vinícola Hasen

Dir. 109-C, Av Canal Interceptor, La Fundición, 20016 Aguascalientes, Ags.

Cel. 01 449 111 7812

www.laorgiadelossabores.mx