Homenaje al arte de Montenegro

Ernesto Lozano

El Museo Mural Diego Rivera presenta parte de la obra artística de Roberto Montenegro bajo el título El Universo de Montenegro. Fragmentos, que exhibe diversas facetas, y que puede visitarse desde este pasado jueves 19 y hasta el próximo 29 de enero del próximo año.

Roberto Montenegro y Federico Cantú son las dos grandes figuras olvidadas del arte moderno en México. La vasta producción artística de Montenegro osciló en el vaivén de los ismos pictóricos que aprendió en Europa (art nouveau, simbolismo, modernismo, impresionismo, expresionismo, abstraccionismo, cubismo, surrealismo), en el estilo académico o clásico, la escuela española de pintura y el muralismo mexicano.

La obra de Montenegro es como la describió

Villaurrutia: “…variada y múltiple, diversa y cambiante, está presidida y ha sido ejecutada bajo el signo de la curiosidad. Y la curiosidad es la madre de todas las aventuras y el motor de todos los riesgos, de todos los viajes del espíritu”.

El Universo de Montenegro. Fragmentos , reúne 105 obras entre óleos, grabados, litografías e ilustraciones, que exhiben fragmentos de un universo que incluye entre la obra de caballete: retratos, bodegones, naturalezas muertas, paisajes, así como obra gráfica que contempla ilustraciones en libros, revistas y periódicos; escenografías para obras teatrales, murales, cerámicas, además de poemas, cartas y fotografías que dan fe de la vida prolífica del artista Roberto Montenegro.

Desde los años ochenta, en que el Museo de Arte Moderno lo homenajeó tímidamente, no se le realizaba una muestra a este artista jalisciense que nació el 19 de febrero de 1881 en la ciudad de Guadalajara, y murió el 13 de octubre de 1968 durante un viaje a Pátzcuaro, Michoacán. Sus estudios artísticos los comenzó en esa ciudad accediendo al taller de Félix Berdardelli hacia 1898.

Visitar la muestra El Universo de Montenegro. Fragmentos , es la oportunidad de ver un Roberto Montenegro dinámico y trascendente, que siempre había estado en nuestro subconsciente gracias a las muy variadas ilustraciones y publicaciones que vimos de él, pero que ahora podemos encontrar en impresionantes originales.

En entrevista exclusiva para La Razón, la directora del Museo Mural Diego Rivera, la maestra Monserrat Sánchez Soler, quien también dirige el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, habla sobre la muestra.

¿Por qué este reconocimiento a

Roberto Montenegro en el Museo Mural Diego Rivera? Este es un merecido reconocimiento a Montenegro, hace 20 años que no se le hacía una exposición a este destacado artista plástico, que incursionó por distintos géneros y campos dentro de la plástica, considero que es un artista que necesita una, dos, tres exposiciones, y no vamos a terminar toda su producción, fuimos muy conscientes en nuestro espacio y tratamos de ofrecer algo verdaderamente significativo, por lo que hay áreas que no abordamos, por eso se llama, fragmentos de un universo. Roberto incursionó en algunas áreas que no han sido estudiadas con todo el cuidado que merecen ser abordadas, él fue uno de los importantes impulsores del arte popular, se cuenta con una colección impresionante, fragmentada en tres acervos que se pueden reunir y se deben mostrar, uno está bajo la custodia del INBA, otro en el Centro Cultural Tijuana y el tercero en Jalisco; fue el momento de la historia, donde este personaje rescata el arte popular, junto a Diego Rivera y otros que también incursionaron en esta línea.

¿De quién es la curaduría de la exposición, qué elementos dentro de la muestra son los más destacados? La curadora es Esther Echeverría y la investigadora y especialista en el ramo, Esperanza Balderas. La constante de la muestra son los retratos, Montenegro va y viene al retrato en distintos momentos de su vida, es su leitmotiv, incluyendo en los retratos elementos que marcan el cambio de estilo que iba manejando en las diferentes etapas de su vida artística. Abre la muestra un retrato que le pintó a Chucho Reyes junto a su autorretrato, destaco también el que le pintara a Pita Amor, a Ruth Rivera, a José Vasconcelos y a José Clemente Orozco. Otro momento importante en la producción de Montenegro es el teatro, la teatralidad va a estar presente porque él incursionó en la escenografía y lleva el concepto escenográfico a los retratos, y a sus obras en general, incluidas las surrealistas. Otra manifestación destacada es su relación con la literatura, en la que destacó antes que como muralista, ilustrando entre otras la Revista Literaria Blanca y la Revista Moderna de México.

¿Por qué etapas transitó Roberto Montenegro en su carrera pictórica? Roberto va del art nouveau, a un simbolismo light, no muy oscuro, pasa también por el art decó, el modernismo, el impresionismo, el expresionismo, el abstraccionismo, el cubismo y el surrealismo. No está incluido en la muestra todo el universo de Montenegro, creamos una serie de núcleos, sin ser un recorrido exhaustivo, pero sí hay cierta cronología; algo destacado que se incluye es su trabajo editorial, él ilustró y escribió, recordemos las lecturas clásicas para niños, que a iniciativa de José Vasconcelos, Secretario de Educación en esos momentos, Montenegro ilustró con sus viñetas.

¿Qué le aporta a Montenegro sus largas estancias en Europa? Cuando viaja a España coincide con el inicio de la Primera Guerra Mundial, después se va a Palma de Mallorca, estará ahí casi diez años, mismos que califica como los más felices de su vida. Fue un refugio, un lugar lleno de fincas, inserta en un modernismo catalán muy interesante, en estas fincas se pintaban murales en los salones, y Montenegro asumió varios de ellos. El pintor catalán Anglada Camarasa es quien lo acoge en su casa. El modernismo es un término muy ambiguo, que en cada uno de los países se dio de maneras muy diferentes, en España se daba desde Antoni Gaudí hasta Alfons Mucha, desde un modernismo más atrevido y experimental, hasta la elegancia en la utilización de la línea estilizada, como en el art nouveau. Cuando llega Roberto a México en los años 20, se suma al boom de los muralistas; serán sus compañeros Diego Rivera, Saturnino Herrán, Ángel Zárraga, Francisco de la Torre, todos los grandes, en un momento maravilloso de las artes plásticas mexicanas.

¿Qué murales pinta Roberto Montenegro en México? Pinta el mural de la Secretaría de Educación Pública, incluido el de la oficina de José Vasconcelos, el del Ex Convento de San Pedro y San Pablo, y el mural de las festividades de la Santa Cruz, que son verdaderas joyas dentro de la producción muralística mexicana, los murales van a estar proyectados en una de nuestras salas.

¿El mexicanismo está presente en la obra de Montenegro? Sí. Tiene una etapa en la que explota el mexicanismo, tanto en la pintura como en el grabado, de la parte gráfica mostramos varias carpetas con la iconografía que él elaboró.

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