Igualdad en serio

Lo siento. Entiendo que no es políticamente correcto contraponerse a la comparación fácil y burda que abunda entre periodistas y aficionados, y ahora hasta entre personajes del futbol, como Ricardo Ferretti.

Es muy sencillo caer en la trampa de ese afán de comparar ventajosamente al futbol femenil con el varonil, atribuyéndole a uno todas las virtudes y al otro, los más penosos defectos.

En Juegos Centroamericanos fue más que evidente la calidad de las jugadoras mexicanas, que ganaron la medalla de oro, y la de los jugadores, hombres, que hicieron el ridículo en Barranquilla 2018.

Obviamente hay diferencias, pero no es una cuestión de género como se pretende vender. Incluso cuando arrancó el Mundial Sub-20 en Francia 2018 y la selección femenil inició con una gran victoria sobre Brasil se escuchó esa clase de comentarios comparando la humildad de las mujeres futbolistas con las actitudes de “divas” (paradójicamente se usa un término femenino) de los exponentes más encumbrados del futbol mexicano.

Luego, cuando la derrota frente a Corea del Norte y la humillación con Inglaterra dejaron a ese equipo eliminado en primera fase, poco o nada se dijo de aquella “humildad” que era el secreto del éxito.

Apenas el lunes pasado Ferretti enjuiciaba la falta de fair play que se propaga generosamente en la Liga MX –y decía que entre mujeres no había esas actitudes, de fingir, de engañar, de quejarse– y ese mismo día, horas más tarde, se presentó un burdo clavado –y un penalti mal señalado– en el duelo entre los equipos femeninos de Tigres y Monterrey.

El pasado fin de semana tampoco hubo ese comportamiento ejemplar en el juego en el que Pumas ganó 1-0 a Lobos BUAP con un gol inexistente, en una jugada en la que la pelota claramente pegó en un poste y se fue para afuera y ello no impulsó a ninguna de las muchachas a sacar a la árbitro del error e incluso celebraron el gol como cierto.

Así como muchos se quejan –con justa razón- de que los medios convencionales aún no otorgan un mayor espacio al futbol femenil, que vive pidiendo mayor divulgación, habría que pedirles también un análisis más serio y una crítica más profunda y menos paternalista.  Lo primero que hay que hacer para hablar con respeto de la Liga Femenil, y de las mujeres futbolistas que valientemente se abren espacio en el profesionalismo, es dejar de tratarlas diferente, como si fueran “infantes” a los que se les debe aplaudir todo y cuestionar nada. Se trata de igualdad en serio, no sólo de discurso.

[caption id="attachment_785196" align="alignnone" width="945"] Jugadoras de Xolos y América en duelo de la Liga Femenil MX, esta temporada.[/caption]