Incremento al salario mínimo: para reactivar el consumo interno

Incremento al salario mínimo: para reactivar el consumo interno
Por:
  • Pacotest

A finales del primer semestre del presente año se reanudó el debate sobre el incremento al salario mínimo y por ello el Comité Técnico Nacional de Capital Humano del IMEF considera conveniente señalar algunos aspectos relevantes:

De acuerdo con datos del Inegi, a enero del presente año, casi 7.5 millones de personas percibían un salario mínimo, el cual se incrementó en enero pasado de 73.04 a 80.04 pesos diarios.

De forma paralela, inició el proceso de apertura en los precios de las gasolinas, trastocando ciertos costos de la economía y afectando el poder de compra del mexicano.

Un ejemplo de ello se observa tomando en cuenta el precio de las gasolinas de 2010 a la fecha: los 57.46 pesos que componían al salario mínimo en 2010 alcanzaba para 7.3 litros de gasolina; en 2013 un salario mínimo permitía adquirir 5.9 litros y ahora, alrededor de 5 litros.

Bajo este contexto y en un histórico cambio de postura, diversos organismos y grupos de profesionales, entre ellos el Comité Técnico Nacional de Capital Humano del IMEF, nos hemos mostrado receptivos e incluso a favor de un incremento al salario mínimo como un mecanismo para reactivar el consumo interno. No obstante, prevalece la preocupación sobre el monto y el momento en que éste debe realizarse.

Independientemente de que pudiera incrementarse a 94 o cien pesos, como se tiene considerado, el salario mínimo mensual seguirá siendo bajo frente al de otros países de Latinoamérica, cuyo PIB es similar al nuestro, como son el caso de Brasil, Chile y Argentina, que tienen un salario mínimo mensual entre 2.15 y 3.9 veces mayor al de México.

Si nos comparamos con países de la OCDE, la diferencia es más amplia: nuestra nación tiene el salario mínimo más bajo de los 35 países que la componen, al contabilizar .55 dólares la hora, seguido por Chile con 1.68 dólares la hora.

Lo anterior demuestra la necesidad de elevar el salario mínimo, pero responder hasta dónde y a qué ritmo requiere de un análisis que involucre múltiples aspectos.

Es indudable que la decisión deberá considerar medidas encaminadas a mejorar la productividad de las empresas y por ello es necesario analizar en dónde están las alternativas para lograrlo y no recargar todo en la mano de obra del segmento más bajo de la pirámide.