Infancia indefensa

Infancia indefensa
Por:
  • larazon

Horacio Vives Segl

Los muy difundidos casos de los menores no acompañados —como una parte de la gran problemática sobre los migrantes— y las detenciones en la casa hogar La Gran Familia, en Michoacán, son dos casos que ilustran, si bien a distinta escala, la situación de violencia, indefensión y precariedad que afecta a gran parte de la infancia mexicana y centroamericana. Van algunos comentarios.

 Migración infantil. Desde hace unas semanas ha habido una creciente preocupación sobre el drama de los menores centroamericanos y mexicanos que viajan hacia los Estados Unidos, como si el asunto fuera nuevo... Nada novedoso en la realidad de miles: huir de un entorno de descomposición social en sus países, atravesar enormes distancias (cruzando ríos, selvas, montañas, desiertos por “caminos de extravíos” para intentar burlar los controles legales), abordar el tren conocido como La Bestia, exponerse a situaciones de trata, prostitución, asaltos, secuestros, estafas a familiares, asesinatos, etc. La problemática, ya calificada como crisis humanitaria, ha dado lugar a diversas reuniones y conversaciones (a nivel de ministros y presidentes) y reacciones en México (la intención de mejorar controles fronterizos con Guatemala y Belice y regularizar, léase prohibir, el viaje en el tren La Bestia) y en Estados Unidos (la insistencia del presidente Obama para que el Congreso le deje de retacear la reforma migratoria, y el endurecimiento de los gobernadores republicanos en la frontera de sus políticas migratorias, particularmente en Texas, con la militarización —envío de elementos de la guardia nacional— para sumarse a la patrulla fronteriza). El problema es titánico. Mientras en los países de origen sigan prevaleciendo entornos de violencia y falta de oportunidades y emigrar a Estados Unidos sea mejor opción, de poco podrán servir algunas de las medidas ahora anunciadas: la migración no se va a detener —si se detiene el tren, los migrantes buscarán otro medio de transporte—; la “militarización” de las fronteras tampoco aporta a solución.

 Otra vez Michoacán. El estado no da tregua en malas noticias. Con gran despliegue mediático, la PGR daba a conocer una serie de conductas sobre miseria y abuso infantil en el albergue dirigido por Rosa del Carmen Vezduzco (la hoy polémicamente célebre Mamá Rosa). La forma en que fueron presentados los hechos y tratados los colaboradores de la casa hogar fue serveramente criticada por un importante grupo de intelectuales, activistas y ex funcionarios.

Si bien a los defensores del debido proceso no les faltó razón en denunciar el proceder de la autoridad, tampoco es menos cierto que las acciones del albergue, sin prejuzgar, pudieran estar alentadas por un sentido genuino de auxiliar a menores desamparados. Las investigaciones sobre el caso tienen a seis personas bajo proceso penal (delincuencia organizada por secuestro, trata, explotación, castigos, agresiones sexuales a los menores).

Es tiempo de revertir la situación actual. Los gobiernos de todos los niveles tienen ante sí graves desafíos que deben llevarlos a afinar instituciones y políticas públicas para la adecuada protección de la infancia.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl