IPN, el encuentro

IPN, el encuentro
Por:
  • javier_solorzano_zinser

El Instituto Politécnico Nacional lleva cerca de dos años bajo una dinámica intensa, compleja y alentadora. La gran interrogante es que no vaya a ser que en el camino se pierda lo más por lo menos.

Los vericuetos por los que está entrando el movimiento estudiantil pueden llevar a diferentes desenlaces, ante los cuales sería lamentable que en el camino uno de los grandes logros del movimiento del año pasado se diluyera. Nos referimos a la realización del congreso.

En esta instancia se deberán discutir los grandes problemas del Politécnico, al tiempo que diseñar su presente y su futuro. Es la gran oportunidad histórica de revisar a detalle la institución a través de las voces de toda la comunidad. A lo largo de estos meses se ha trabajado arduamente en su temática y en la selección de sus participantes; se ha programado su realización para el 10 de noviembre.

La razón por la cual el IPN está en medio de un nuevo conflicto es confusa. Los preparativos para el desarrollo del congreso iban por buen camino, no exento de sobresaltos y fuertes discusiones. Sin embargo, una equivocación, para algunos fue más bien una provocación, desató una reacción estudiantil con consecuencias internas, particularmente entre los CECYT.

El conflicto se debe a que en el Diario Oficial se ubicó al IPN en una sección diferente. Se le colocó en la Subsecretaría de Educación Superior, y no en el área del titular de la SEP. La reacción estudiantil tiene sus motivos porque bajo esta nueva adscripción los CECYT se quedaban al garete.

A esto se unió una serie de falsos rumores en el sentido de que las vocacionales iban a desaparecer. Por más que se intentó desmentir las especulaciones no se pudieron frenar en seco. Permearon entre muchos estudiantes, a lo que se sumó que algunos las alentaran, de manera desleal al Politécnico, llevando no casualmente agua a sus molinos.

Habrá quienes se opongan al congreso. Esta instancia puede generar en sus conclusiones la transformación de fondo del instituto y con ello cambiar su dinámica interna, la cual puede terminar con los privilegios de autoridades, maestros, sindicato e incluso de los propios alumnos. El objetivo del congreso es repensar al Politécnico y diseñarlo para el siglo XXI. Es el antes y el después del IPN.

¿A qué se debió el “error” en la publicación del Diario Oficial de la Federación? Hasta ahora no está del todo aclarado. Lo que sí está claro han sido los esfuerzos cotidianos del director del instituto y del titular de la SEP de establecer que fue un yerro y que las cosas en el IPN no se modifican en nada.

Independientemente de la publicación y su fe de erratas las autoridades tienen razón. Para hacer una transformación de esta naturaleza todo tiene que pasar por el Congreso de la Unión. Ni la SEP ni el propio IPN, a través de sus órganos internos, pueden hacer un cambio de esta magnitud.

La reunión que sostendrán esta mañana en la SEP los estudiantes representantes de los CECYT, el titular de Educación y el director general del IPN, debe resolver todas las dudas. Hay que explicar a detalle y ofrecer certezas y garantías sobre el futuro de los CECYT.

El encuentro no será fácil, pero viene en buen momento. Lo que no se debe descarrilar es el congreso, porque es ahí en donde está el futuro del Politécnico.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron:

Contamos con casi toda la información que necesitamos, si hoy algo se tiene es información. El mínimo ya lo tenemos, la no criminalización de los consumidores. Hoy por portar mariguana por encima de los cinco gramos es un delito que puede llevar a la cárcel de tres a seis años. La propuesta de EPN es un avance, pero no resuelve el origen de la mariguana. Se debe regular todo el proceso. La propuesta del senador Gil plantea precisamente eso. El 10.2% de la población sentenciada se debe al uso o posesión de mariguana: Catalina Pérez-Correa, investigadora del CIDE.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano