Jalisco: el incendio y el reto

Jalisco: el incendio y el reto
Por:
  • larazon

Julián Andrade

Jalisco está en llamas. Múltiples variables convergen en la construcción de un escenario inquietante.

Malos políticos, autoridades omisas y grupos del crimen organizado fortalecidos abren la puerta para lo que puede ser el inicio de un profundo proceso de degradación si no se actúa con prontitud.

Desde el viernes la Comisión Nacional de Seguridad, en voz de Monte Alejandro Rubido, anunció la puesta en marcha de un operativo que tiene como propósito detener a Nemesio Oseguera El Mencho y desarticular a su organización criminal.

Es una meta precisa y un compromiso del propio equipo del Presidente Enrique Peña Nieto.

Vendrá un proceso largo y violento. El Cártel de Jalisco Nueva Generación se caracteriza por su agresividad y su capacidad operativa, de la que dio muestra con el derribo de un helicóptero militar, en el que fallecieron tres soldados; el despliegue de 39 bloqueos y una marca siniestra: un policía muerto por día, en promedio, desde hace un mes.

La decisión de intervención de las autoridades federales es la correcta. El gobierno de Aristóteles Sandoval está rebasado y aunque cuenta con policías capacitadas el reto es mayúsculo.

Incluso un buen gobernante requeriría de auxilio en estos momentos, a los que además se les suma el calendario electoral, con todo lo que ello implica.

Se requieren una gran coordinación y colaboración, ya que sólo así se recuperará la tranquilidad y se propiciará la seguridad ciudadana.

La densidad criminal que impera en Jalisco proviene de una larga historia, arraigada desde las organizaciones criminales de Guadalajara, Sinaloa, Valencia y los hermanos Beltrán Leyva.

Lo distinto, ahora, es que se rompieron los esquemas de prudencia que generaban la apariencia de tranquilidad, la “pax narca”.

El Mencho, después de todo, viene de su propia guerra, la que enfrentó contra Los Zetas y que lo consolidó como uno de los bandidos más peligrosos y buscados.

El desmantelamiento de Los Caballeros Templarios también le abrió nuevas ventanas de oportunidad en un escenario donde los cárteles históricos se han ido debilitando, dando paso a una generación más joven.

Esto impacta en el propio mercado ilegal, pero también en los escenarios de disputas y de estrategia policiales de reacción y contención de la violencia.

Una de las lecciones de lo que ocurre es que no hay tregua posible, que las labores de seguridad son como las que se realizan en los jardines cortando hierba mala.

Pero también es muestra de la urgencia de la colaboración ciudadana, de tener claro dónde están los desafíos que provocan los criminales.

julian.andrade@3.80.3.65

Twitter: @jandradej