Jalisco, gobierno y demagogia política

Jalisco, gobierno y demagogia política
Por:
  • larazon

Carlos Urdiales

“Hay que ponerle punto final a la inseguridad”. El secretario de Gobernación fue rotundo al encabezar la reunión extraordinaria del gabinete de seguridad nacional. Lo sentenció al presentar al general Miguel González Cruz como nuevo coordinador del Operativo Jalisco.

En pleno proceso electoral un comisionado federal como lo hubo en Michoacán no cabe, aunque de facto se imponga. También hay que ponerle punto final a la demagogia.

Osorio Chong dijo más: “No hay grupo criminal que pueda vencer la determinación del país“. La razón le asiste. El Presidente Peña Nieto lo valida. Vuelve el leitmotiv de los discursos calderonistas, de procuradores y secretarios durante el sexenio anterior.

A legisladores y dirigencias partidistas toca distraerles de sus campañas y reyertas para que se hagan cargo de su demagogia. Hablan con orgullo de intensidad en su legislatura, de reformas, de leyes secundarias. Eluden los pendientes. ¿Qué pasó con las reformas que el Presidente Peña Nieto anunció en noviembre pasado?

¿Ley Contra la Infiltración del Crimen Organizado en las autoridades municipales para que el gobierno federal tome el control de la seguridad en los municipios donde haya indicios de que la autoridad municipal está coludida con el crimen organizado?

¿Iniciativa para redefinir la competencia de cada autoridad en el combate al delito y que los diferentes órganos de gobierno asuman su responsabilidad en ese ámbito? “Cuando la responsabilidad es de todos, no es de nadie”, dijo entonces Enrique Peña Nieto.

¿Creación obligatoria de policías únicas estatales “más confiables, profesionales y eficaces” que sustituyan a “más de mil 800 policías municipales débiles”? La propuesta del Presidente daba prioridad a Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas; contemplando sanciones para presidentes municipales y gobernadores que no cumplen.

¿Y el 911 como número único para emergencias a nivel nacional para pedir auxilio en casos de urgencia? Ni ocurre ni se explica.

De las medidas anunciadas, ¿cuáles se procesaron y aprobaron? Ninguna. Así de fácil. Veremos si en esta circunstancia los discursos continúan exaltando la supremacía de la inteligencia sobre la fuerza. Si los operativos y las presumibles capturas ocurren “sin efectuar un solo disparo”.

Ante magnicidios y otros desafíos violentos a la legalidad, otros presidentes ocuparon la premisa: Nada ni nadie por encima del Estado. Pero ¿cómo y cuándo? Pregunta sin respuesta. Nadie adivina el destino inmediato de las cosas en Jalisco, excepto que el gobierno federal acude de nuevo, al rescate y relevo de las tareas de seguridad y control local. Que Ejército, Marina y PF van por El Mencho y su organización.

Ocupa saber si la agenda de funcionarios, del Presidente para abajo, está tocada por amenazas y miedo. Si las investigaciones se hacen sin cálculos político-electorales. Explicar los anuncios incumplidos. Dar cuenta de los responsables políticos. Combatir la demagogia es tan urgente como devolver la paz a Jalisco.

urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales