Japón: Las fuerzas de la naturaleza

Japón: Las fuerzas de la naturaleza
Por:
  • larazon

“Nuestro país enfrenta su peor crisis desde el final de la guerra hace 65 años”, así lo dijo el Primer Ministro Naoto Kan el fin de semana. Adicional a las trágicas pérdidas humanas, el terremoto de 9 grados que sacudió Japón la semana pasada encontró a una economía batallando por estimular su economía tras reportar una contracción en el último trimestre del 2010.

Con presiones deflacionarias subyacentes, un complicado panorama de deuda pública y el riesgo de que la confianza del consumidor local sufra una merma creciente, es de esperarse que el reciente desastre natural impacte cada una de las esferas de política económica en los siguientes días.

En nuestro caso, recientemente habíamos elevado la expectativa de crecimiento económico para Japón a 1.7% desde 1.4 por ciento. Lo anterior basados en el repunte que habíamos comenzado a observar en las exportaciones y nuestra perspectiva de que la recuperación en Estados Unidos y el empuje de otras economías asiáticas iban a continuar coadyuvando a la recuperación nipona.

Adicionalmente, esperábamos que la inflación subyacente, aquella que no toma en cuenta los productos de precios más volátiles de la canasta, tocara terreno positivo tan pronto como en abril de este año. Todo lo anterior reconociendo que el gasto de los consumidores había sido especialmente tímido.

En este contexto, las autoridades hacendarías en Japón ahora enfrentan la dificultad de reunir los fondos para la reconstrucción, considerando que se trata de la economía con el mayor nivel de deuda pública en el mundo. Ya de por sí las autoridades enfrentaban serios obstáculos para emitir deuda con el objetivo de financiar el déficit público, renuencia liderada por la oposición en el Congreso.

 Los riesgos sobre el impacto en el consumo interno no son desdeñables, adicional al impacto esperado en el consumo y producción de la zona más dañada, donde buena parte de sus habitantes han sido evacuados, se suma el nerviosismo latente en Tokio ante la proximidad de la planta nuclear que actualmente lucha por evitar una fusión y cuyo impacto de fuga de radiación se encuentra actualmente evaluándose.

Por lo pronto, los habitantes de Tokio ya han acudido a los estantes de supermercados en búsqueda de provisiones, comportamiento común en esta clase de eventos. Sin duda, se anticipa un significativo choque adverso en la confianza del consumidor, que se seguramente se reflejará en un debilitamiento en el gasto en consumo de los siguientes meses.

En este contexto, el banco central de Japón ya ha manifestado su compromiso de apoyar al mercado local proveyendo de canales de liquidez. De hecho, se optó por adelantar la reunión del banco, por lo que probablemente hoy mismo escuchemos sobre medidas contingentes de apoyo a la liquidez. No obstante, el principal obstáculo para el banco en materia de expandir su estímulo económico para amortiguar el impacto del choque de oferta es justamente el riesgo deflacionario local, difícil dilema.

Por su parte, es muy probable que el Ministerio de Finanzas opte por estar más proclive a intervenir en el mercado cambiario de presentarse una revaloración del Yen que pudiera añadiese a las presiones deflacionarias y mermar la competitividad de sus exportaciones.

Quizás todavía es muy temprano para estimar los costos del desastre, sobre todo al considerar que el riesgo de un agravamiento en la situación de la planta nuclear mencionada pudiera sumarse a la ya de por si crítica situación, amén de considerar que los expertos estiman con un 70% de probabilidad que en los siguientes tres días se produzca otro fuerte terremoto -adicional a los cientos que replicas que se han sentido en los días recientes.

jvirgenroj@banamex.com