Johan Wolfgang von Goethe: ¿El suicidio se contagia?

Johan Wolfgang von Goethe: ¿El suicidio se contagia?
Por:
  • yolanda_pica

Fráncfort, Alemania, 1775. — Johan (6) cuestiona en forma insistente a su padre acerca de la existencia de Dios. Un año después expresa sus dudas acerca de la justicia del hombre. Educado en casa con extremo cuidado, mostró su genialidad cuando, a los 11 años, escribió una novela en siete idiomas.

Mientras estudiaba derecho conoció a Charlotte Buff, una joven de la que se enamoró, pero  ella estaba comprometida y esto lo llevó a una profunda depresión por lo que todas las noches ensayaba cómo suicidarse con un cuchillo que tenía bajo la almohada. Encaminó su dolor a escribir una novela donde narra sus sufrimientos y publicó Las desventuras del Joven Werther (tenía 25 años), era semiautobiográfica pues en su historia el protagonista se suicida de un balazo. Para Goethe el simbolismo al escribir lo curó de su depresión. Sin esperarlo surgió La fiebre de Werther, en donde cada joven enamorado y rechazado se suicidaba. Esta situación fue el primer “pánico moral”  producido por una publicación. En Europa ocurrieron 40 suicidios iguales a los de la novela, es decir, copycats: fenómeno social en el que alguien realiza un “crimen por imitación”. Goethe se enojó mucho con este fenómeno pues el ejemplo que él daba era el contrario: “convertir su pena en arte y evitar su suicidio”. La venta de su novela fue prohibida en varios países.

En marzo de 2017 salió al aire la serie de Netflix 13 Reasons Why (Por trece razones), el tema es dramático,  la joven Hannah Baker, de 17 años, se suicida y antes de hacerlo deja unas grabaciones destinadas a 13 personas cuyas acciones, ella considera, la llevaron a matarse. Generó gran polémica por una escena muy gráfica en la que se representa a una joven que se corta las venas en una bañera. Fue vista por millones de espectadores, incluyendo adolescentes, quienes tienen riesgo de suicidarse “por contagio”, pues se considera que 13% de los suicidios entre 10-14 años se triplican cuando tienen cercanía con una muerte de este tipo (White, Christopher. Pychnews: sep, 2012).

Hubo varias adolescentes copycat en Estados Unidos cuyos padres después de los suicidios de sus hijas se enteraron de que ellas estaban obsesionadas con la serie.

Aaron Levin, de la Asociación Psiquiátrica Americana, en 2014, indicó que debemos proteger a este grupo de riesgo pues son vulnerables al contagio.

Para fines de 2017, la mencionada serie empezó a tener detractores quienes la consideraban una apología del suicidio y en varios países, incluido el nuestro, hubo escuelas que mandaron advertencias a los padres de familia para que prohibieran a sus hijos verla.

Sin embargo, un programa que aborda temas tabúes como la depresión juvenil, la soledad, el acoso, el abuso sexual y el estigmatizado suicidio, al estar dirigida a jóvenes, tenía un potencial positivo para quien supiera interpretarla.

El Centro de Medios y Desarrollo Humano de  la Universidad de Northwestern realizó un estudio en 5 mil adolescentes y padres de familia en cinco países, acerca del verdadero impacto de la serie y comprobó que fue positivo, pues 71 % de adolescentes y adultos jóvenes dijeron que verla los hizo sentir más cómodos al procesar temas difíciles.

Antes del lanzamiento de la segunda temporada se realizó un panel internacional de expertos que incluyó al doctor Aldo Suárez, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, quien en una entrevista publicada por Notimex dijo que actualmente existe “la oportunidad de hacer una gran labor por la salud mental de los chavos, que viven en un mundo más complicado y violento”. Propuso entrenar a personas que tengan interacción con jóvenes, algo que denominó como “primeros auxilios psicológicos”, y “otorgarles el poder de la palabra”. Añadió que “5 % de adolescentes han sufrido depresión en el último año”. Se recomienda que para profundizar en el tratamiento es necesario recurrir a los profesionales de la salud mental.ç

Un cambio en esta segunda temporada es que ofrece un sitio web para las personas que sufren algún problema similar y da orientación a quienes padecen enfermedades mentales como depresión con riesgo suicida.

Hace 250 años Goethe tenía razón, poner en simbolismo un conflicto no es una invitación a repetirlo es una manera de elaborarlo mentalmente.

Lo que nos ofrece la ciencia en pleno siglo XXI es un arsenal de posibilidades terapéuticas.

Los padres de adolescentes deben establecer un diálogo continuo con sus hijos, acerca de estos temas en vez de prohibirles el acceso.

De tal forma que el contagio del suicidio es una realidad, pero los que tienen este riesgo son los jóvenes deprimidos con poco apoyo familiar y con problemas personales en sus relaciones con sus compañeros.

Goethe tuvo una vida plena como poeta, novelista, dramaturgo y científico. Contribuyó al Romanticismo y fue guía de la revolución intelectual en su época.

Murió a los 82 años y está sepultado en el cementerio de Weimar, Alemania.

En sus palabras: “Sólo es digno de libertad  quien sabe conquistarla cada día”.