Jorge Luis Preciado por sus (y nuestras) pistolas

Jorge Luis Preciado por sus (y nuestras) pistolas
Por:
  • Carlos Urdiales

El senador del pueblo, el panista de formas burdas, ideas simples, conceptos primarios, populistas. El 11 de octubre le comentaba que la iniciativa del legislador para que los ciudadanos andemos armados en casas, autos y negocios, presentada cuatro días antes, no obtuvo el mínimo consenso político.

El zar contra las adicciones, Manuel Mondragón, dijo que eso es de enfermos mentales; el PAN se deslindó de la “ideota”, que fue a título personal y no una expresión avalada por el grupo parlamentario ni por el partido. Otros la desestimaron por igual, ya que la violencia sólo provoca lo mismo, y argumentos similares.

Jorge Luis Preciado perdió la elección para gobernador de Colima el año pasado por 511 votos ante el actual gobernador, José Ignacio Peralta.

Impugnó el resultado y consiguió reponer el proceso; volvió a perder y tras la segunda caída regresó a su curul pero ya no a la coordinación de su fracción. Perseverante el expriista.

Antes, en febrero de 2014, Preciado Rodríguez, entonces presidente de la Junta de Coordinación Política, protagonizó un escándalo por organizar una fiesta en el Senado a su esposa, con motivo de su cumpleaños. Ofreció disculpas y prometió seriedad y compostura. Siempre próximo al ciudadano de a pie, el panista.

Insistente, necio y de ánimo folclórico. Con esas características a cuestas, Jorge Luis Preciado insiste en que armar a la sociedad inhibe al criminal y protege al individuo.

Que los bandidos y los malhechores dudaran al saber que uno trae con qué querer. Que en 1966 las mujeres de Florida tuvieron acceso a campos de tiro y la violencia en contra suya bajó. Que en Suiza, la nación más segura del mundo, la mitad de la población está armada. Fácil, claro.

Por lo anterior el senador panista saldrá a buscar ya no votos, sino las 150 mil firmas necesarias para impulsar una iniciativa popular que modifique la ley de armas de fuego en el país.

Por sus pistolas, Preciado quiere conseguir pistolas para todos, que la fiesta de sangre no termine.

En el mundo ideal, el legislador imagina que usted o cualquier ciudadano de bien, respetuoso de leyes y normas, tendría cerca de sí un arma de fuego que le permitiera, en caso de ser molestado en su integridad física o material, una opción expedita para disuadir al que pretende despojarlo de la vida o de su reloj, cartera, bolso, caja registradora, vehículo, computadora, etcétera.

En la realidad la proliferación de armas aun legales difícilmente va a inhibir a pillo alguno de atracarnos y a las bandas organizadas de asaltar casas y negocios y a cometer secuestros tampoco; acaso los haga más letales por si las dudas.

Quizá el mayor impacto se dé en las calles, ante el cafre de enfrente, ante el impune que bloquea, en manos de neuróticos qué pensarán, Preciado quiere darnos licencia para matar.

urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales