Juegos Olímpicos: la Cenicienta y los patitos feos

Juegos Olímpicos: la Cenicienta y los patitos feos
Por:
  • horaciov-columnista

El pasado viernes se inauguraron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Se celebran Olimpiadas apenas por segunda vez en Latinoamérica (el antecedente, como se sabe, fue México 1968) y por vez primera en Sudamérica.

Deporte y negocio. Para nadie es una novedad que desde hace algún tiempo a la fecha, lo central de las Olimpiadas no es solamente la competencia entre atletas de élite de todo el mundo en diversas disciplinas deportivas; los intereses económicos compiten a la par que los deportivos. También es cierto que obtener la sede olímpica tiene en buena medida como propósito, para las ciudades candidatas, mejorar en algunos aspectos de infraestructura (transporte, instalaciones deportivas y vivienda). Pero las lecciones que dejaron Atenas 2004 (profundamente endeudada desde entonces) y Beijing 2008 (con un derroche en infraestructura, tecnología y comercialización) son que, dadas las realidades actuales de la relación deporte-negocio, obtener en este siglo una sede olímpica de verano es una opción cada vez más restringida a un puñado de ciudades, y que una mala planeación puede significar enormes costos financieros y sociales para la ciudad y el país que la obtuvo.

Timing . Cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) le concedió la sede a Río de Janeiro era imposible prever algunos de los conflictos que hoy está experimentando Brasil. Ya hace dos años, para el Mundial de Fútbol, el país daba los primeros trastabilleos. Hoy Brasil vive su más profunda crisis política contemporánea, con la presidente Dilma Rousseff suspendida en sus funciones, aunada a un mal desempeño económico del país.

Olimpiadas “de cuento”. Mezclando a los hermanos Grimm, a Charles Perrault y al danés Hans Christian Anderesen, en estas Olimpiadas hay una “Cenicienta” y muchos “patitos feos”. Como Cenicienta dijo sentirse la propia Rousseff en la ceremonia de inauguración, donde era la invitada incómoda, mientras el presidente interino Michael Temer “usurpaba” el lugar de honor en la fiesta. En estos días clave, en los que el Senado debate la suerte de Rousseff sobre su destitución definitiva, Dilma contaba con que los juegos podían servir para darle visibilidad global a, según ella, la conjura de la que es víctima. Pero no es la unica que llegó en situación complicada a los juegos. El propio COI fue muy criticado cuando en los días previos estalló el escándalo de corrupción derivado del dopaje de la delegación rusa en las Olimpiadas de Londres 2012. En ese sentido, pareció mas oportunista que oportuno el homenaje a los deportistas de la delegación israelí asesinados en las olimpiadas de Múnich 1972, a 44 años de esos lamentables hechos. A eso habrá que sumarle los incumplimientos del gobierno de Río de Janeiro, del nacional y del propio Comité, en la parte que les corresponda: inseguridad en la ciudad, instalaciones inconclusas, contaminación en el agua, virus del zika sin control, patrocinios no acordes con las expectativas, etcétera. Los juegos apenas empiezan y en el núcleo —lo deportivo— seguramente no defraudarán. De todo lo circundante, parece ser que habrá un balance no tan favorable.

hvives@itam.mx

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