Kissinger y la inteligencia artificial

Kissinger y la inteligencia artificial
Por:
  • raudel_avila

La semana pasada, Edward Luce, corresponsal del Financial Times en Washington, publicó una entrevista con Henry Kissinger en ese mismo periódico. La verdad sea dicha, el contenido de la entrevista es decepcionante, pues Kissinger, como hábil político, evade consistentemente las preguntas de Luce.

Kissinger guarda sus opiniones para verterlas en artículos y libros con su propia firma o bien para manifestarlas a los clientes millonarios de su empresa consultora. No se pronuncia explícitamente sobre Donald Trump o Vladimir Putin (a quienes ha dado servicio de consultoría), pero sí dice que vivimos una época muy peligrosa en el sistema internacional.

Lo verdaderamente interesante en la entrevista es que Kissinger remite a la lectura de un artículo suyo del mes pasado en la revista The Atlantic sobre inteligencia artificial. Reconozco que yo no lo había leído. El texto es muy llamativo, entre otras cosas por convocar a la creación de una Comisión Presidencial en Estados Unidos para discutir el tema. De acuerdo con Kissinger, los seres humanos no estamos filosófica, ética o intelectualmente preparados para hacerle frente a la inteligencia artificial.

¿Qué vamos a hacer cuando las máquinas no solamente cumplan tareas, sino que tomen decisiones? El avance científico y tecnológico no puede ni debe revertirse, pero están quedando fuera de la discusión perspectivas filosóficas externas al mundo de las ciencias duras. Kissinger pone el ejemplo de los automóviles sin conductor. Cuando los automóviles sean dispositivos autónomos capaces de prescindir de un chofer (hacia 2035, según algunas estimaciones), ¿cómo deberá programárseles? Si existe la posibilidad de un choque cuyo resultado sean heridas severas y hasta muerte para el pasajero del automóvil o atropellar a un peatón, ¿cómo tomará esa decisión la máquina? ¿En función de la edad del pasajero y del peatón, o cuál sería el criterio? Es únicamente un ejemplo del mundo que viene. Suena como novela de ciencia ficción, pero en efecto, ¿qué ocurrirá cuando las máquinas empiecen a comunicarse entre ellas y establecer cursos de acción por sí mismas? Esto no es algo que va a ocurrir, ya está pasando. No obstante, aún no se comercializan masivamente dichos aparatos.

Otra consideración es el futuro de los trabajadores en todos los empleos desplazados por las máquinas. En seguimiento al ejemplo anterior, ¿a qué se dedicarán quienes actualmente fungen como choferes de automóviles, autobuses y tráileres? Por todo esto sería importante la participación de personalidades académicas, médicas, filosóficas y políticas en el debate sobre el desarrollo de inteligencia artificial. No ha sido así y esto no es culpa de los ingenieros. La inquietud resultante de leer el artículo de Kissinger es que si en Estados Unidos nadie lo está discutiendo ¿qué pasará en México?