La catástrofe

La catástrofe
Por:
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Javier Solórzano Zinser

Brasil no se merecía una derrota como la de ayer, acorde a su historia y a lo que nos ha hecho gozar con su futbol. Sin embargo, una derrota en donde todo termina en catástrofe y una humillación ante los suyos debe tener más de alguna explicación y debe obligar a cambiar los esquemas sobre lo que han trabajado por lo menos en los últimos ocho años.

El futbol brasileño olvidó su sentido de diversión y de identidad con sus entregados, vehementes y apasionados aficionados; terminó por traicionar su estilo. Desde hace algunos años juegan bajo el esquema de privilegiar el esfuerzo físico bajo ganar a como dé lugar sin importar el cómo. Partieron de una fórmula que les dio resultado en los mundiales de EU, Japón y Corea del Sur, la cual ya era cuestionada.

Pero con todo y ello ya traían un problema serio de identidad futbolera. Sin embargo, Brasil tenía el antídoto necesario para cambiar un partido. Tenía jugadores que estaban ligados a la calle y al sentido de la diversión y la seriedad que también exige el futbol.

A esos jugadores fueron haciéndolos a un lado bajo el supuesto de que no son necesarios en los nuevos esquemas que han diseñado para su futbol, pasando por alto que son precisamente estos jugadores los que definían el rumbo de los partidos de Brasil.

Así como el marcanazo cambió el rumbo del futbol brasileño, en un antes y después, lo de ayer es su nuevo antes y después del siglo 21. Dependerá ahora de ellos que hayan entendido la más dolorosa lección que las nuevas generaciones tengan en la memoria.

La otra parte de la catástrofe futbolera tiene que ver con las consecuencias sociales que puede traer para el país y que ayer se asomaron. Para Brasil, el Mundial era una de sus opciones para la creación de nuevas condiciones que le ayudaran a enfrentar los muchos problemas que pasan por sus calles y por las casas de los brasileños.

El triunfo, se presumía, daría respiro. Ahora habrá que ver el nuevo escenario que genera la derrota catastrófica en el deporte que a los brasileños les da identidad como si fuera su bandera, su historia y el bossa nova. ¿Qué tanto la gente va a recobrar la memoria de antes del Mundial cuando hizo valer sus protestas y exigencias por las calles y por todo el país?

No vamos a tardar mucho en saberlo porque las elecciones presidenciales pueden ser un indicador que sin que favorezca a un candidato o candidata en particular, el voto sirva para manifestar inconformidades, las cuales, bien sabemos, no nos son ajenas; mientras esos días van llegando el 7 a 1 se metió en la memoria futbolera del mundo.

 RESQUICIOS... Mientras uno vende sus acciones y entiende las nuevas reglas y ya veremos sus siguientes pasos, a los otros hasta las obsequiosas secundarias les parecen poco.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano