La delgada línea roja

La delgada línea roja
Por:
  • bibiana_belsasso

La muerte de Gisela Mota Ocampo, la alcaldesa de Temixco, a tan sólo un día de haber tomado el poder fue perpetrada por el grupo criminal Los Rojos. Éste quería el control de la policía de la localidad y la edil se negó a separar su municipio del Mando Único.

Es la información surgida a partir de las primeras indagatorias. Hoy se sabe que hace un par de semanas la alcaldesa recibió amenazas del cártel de Los Rojos para que renunciara al Mando Único y pusiera la seguridad del municipio en manos de la policía de Temixco.

Esto es lo que han venido haciendo los grupos criminales con algunas policías municipales para poder controlar el territorio. Es la misma causa por la que desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, la policía local coludida con bandas delincuenciales. Los Rojos y Los Guerreros Unidos que operan en Iguala y Cocula son los mismos que se disputan Morelos.

Ayer el propio gobernador morelense, Graco Ramírez, aseguró que los grupos criminales de Los Rojos y Guerreros Unidos pretenden retomar las riendas de las policías del estado, aprovechando la coyuntura de los cambios de gobierno.

Varios grupos tomaron el control de Morelos porque Iguala se encuentra a tan sólo 103 kilómetros de Cuernavaca y es un punto estratégico para el trasiego de la droga. Es paso obligado hacia la Tierra Caliente, Acapulco, Taxco e incluso el Estado de México.

En el 2009 fue ejecutado Arturo Beltrán Leyva, cabeza del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, quienes mantenían un estricto control desde Sinaloa hasta Guerrero. Con su muerte se dividieron y surgen Los Rojos y Los Guerreros Unidos.

Guerreros Unidos surgió a partir de la fractura del cártel de los Beltrán

Leyva, que comandaba el corredor de drogas de Acapulco a Cuernavaca. Fue fundado por Cleotilde Toribio Rentería, El Tilde, quien se cree fue colaborador del grupo de sicarios dirigidos por Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y otros miembros del cártel de los Beltrán Leyva. Este grupo está considerado como “muy violento” y su forma de intimidar a la sociedad es asesinando a sus adversarios de una manera extremadamente sanguinaria.

Los hermanos Mario, Sidronio, José Ángel y Adán Casarrubias Salgado forjaron su imperio con Guerreros Unidos.

Sidronio heredó el liderazgo de Guerreros Unidos después de que su hermano Mario fue capturado y continuó con la estrategia de violencia para manejar rutas de droga; a él se le vincula directamente con la desaparición de los 43 normalistas. Fue detenido en octubre de 2014 y un juez federal inició un proceso penal en su contra por los delitos de delincuencia organizada y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.

La policía municipal de Iguala estaba fuertemente infiltrada por los Guerreros Unidos y el alcalde José Luis Abarca y su esposa tenían estrechos vínculos con esa agrupación criminal. El lazo de la familia de María de los Ángeles Pineda con los Guerreros Unidos tiene una conexión directa en Morelos. En septiembre de 2009 Mario Pineda Villa, El MP, y Alberto Pineda, El Borrado, fueron asesinados precisamente en ese estado.

Salomón Pineda Villa, El Molón, también cuñado del exedil José Luis Abarca, considerado uno de los líderes de los Guerreros Unidos, fue aprehendido en octubre de 2015 en el Centro Histórico de Cuernavaca por elementos de la Secretaría de Marina.

Los Rojos, que también son una escisión del cártel de los Beltrán Leyva, controlan Chilpancingo y se presume que pelean aumentar su presencia en plazas de la zona; son responsables de delitos de extorsión, narcotráfico y secuestro. Operan igualmente en Morelos y son los autores del asesinato de la alcaldesa de Temixco.

El poder de Los Rojos se extendió tanto que llegó a las esferas más altas, ya que varios elementos de la corporación policiaca de Yautepec, en Morelos, estaban involucrados con el cártel, desde el director hasta los uniformados de los niveles más bajos. También buscaban controlar la policía de Temixco.

En junio de 2015 el comisionado de seguridad en Morelos, Jesús Alberto Capella, destacó que hay miles de carpetas de investigación contra integrantes de Los Rojos y Guerreros Unidos y advirtió que en el estado se terminó con la impunidad.

“(Hay) presencia de las rebabas que quedan de los Guerreros Unidos y Los Rojos, gente que ha tenido la capacidad de pasar desapercibida y evadir las redes de las instituciones, pero la parte fundamental es que hay miles de carpetas de investigación iniciadas, con nombres, apodos, con circunstancias de modo, tiempo y lugar, que debemos atender y que no van a pasar desapercibidas. Lo que debe quedar claro es que Morelos ya dejó de ser tierra de impunidad, y que hay una capacidad de reacción más grande”, afirmó.

Está bien que se dé esta estrategia conjunta de seguridad entre el gobierno morelense y el gobierno federal. Morelos está muy cerca de los municipos más inseguros de Guerrero. Si no se acota a los grupos criminales que operan en ambos sitios, no es descabellado que Morelos tenga los mismos problemas de seguridad que se viven en Guerrero.

bibibelsasso@hotmail.com

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