La Diplomacia Nuclear 70 años después

La Diplomacia Nuclear 70 años después
Por:
  • larazon

Juan Pablo de Leo Spínola

Durante la Segunda Guerra Mundial, a mediados de 1945, Estados Unidos utilizó dos armas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki para terminar rápido y contundentemente con el conflicto. A partir de entonces y tras el efecto devastador que provocó en todos los sentidos la bomba, nació la diplomacia atómica tras considerar los beneficios tanto militares como de poder que conllevaría el monopolio nuclear estadounidense.

La insistencia de Estados Unidos en ser la única potencia nuclear se inspiró en la necesidad de generar una mayor confianza en los años de la posguerra prediciendo las relaciones con la Unión Soviética.

Sin embargo, a pesar de haber sido los únicos en utilizarla tras la Segunda Guerra Mundial, el monopolio nuclear de Estados Unidos no duró mucho: la URSS detonó con éxito su primera bomba atómica en 1949, Reino Unido en 1952 y China en 1964. No obstante y a pesar de las muchas amenazas hechas en el transcurso de la Guerra Fría, las armas atómicas no se utilizaron en ningún conflicto después de la Segunda Guerra Mundial. Aunque en varias ocasiones la existencia de armas nucleares actuó como elemento disuasivo, su utilidad diplomática tenía límites provocando serias tensiones geopolíticas; la destrucción mutua detuvo a las partes de utilizar armas nucleares unos contra otros.

A 70 años del trágico evento, la comunidad internacional de nueva cuenta aborda la temática nuclear tras el acuerdo inicial que se ha logrado entre las potencias nucleares e Irán para frenar el programa iraní de enriquecimiento de uranio. Ahora la conmemoración del setenta aniversario de Hiroshima, ofrece una oportunidad al Presidente Obama para reflexionar sobre el acercamiento que Estados Unidos, como la principal potencia nuclear, debe proponer como parte de su diplomacia tras el Tratado de no Proliferación Nuclear firmado en 1970 y que hoy se ve rebasado por una realidad internacional polarizada e inestable; sobre todo pensando en la situación actual en Medio Oriente.

El acercamiento de Obama con Irán parecía irracional en un principio. A pesar de ello la diplomacia entendida como una herramienta para la concertación logró que la apuesta fuera eficaz en la prevención de un intercambio nuclear por lo pronto. Más allá de las críticas y desconfianza en el gobierno de Tehran el cambio de paradigma en el tratamiento del sector nuclear ha sido notorio.

El aniversario de Hiroshima debería servir como un recordatorio cuando se trata de un conflicto nuclear. La Casa Blanca considera una obligación la no proliferación nuclear en linea con la doctrina anti militar y pro diplomacia con la que se ha conducido estos 7 años.

Ahora, 70 años después de Hiroshima, el acuerdo con Irán es el último y más grande logro en un continuo esfuerzo por controlar las armas de este tipo en manos de gobiernos irresponsables u organizaciones terroristas. Por lo pronto aprovechando el reciente acuerdo, el Presidente Obama lanzó una denuncia contra cualquier acuerdo nuclear que ponga a Estados Unidos en camino hacia una nueva guerra en Oriente Medio.

juanpadeleo@me.com

Twitter: @juanpadeleos