La hija que no fue

Cuando hace semanas apareció una entrevista a una hija de Joaquín El Chapo Guzmán, una joven de supuesto nombre Rosa Isela Guzmán Ortiz, le decíamos que era prácticamente imposible que eso fuera verdad.

Guzmán Loera lleva años siendo investigado. Se sabe quiénes son sus familiares, esposa y exesposas y también los hijos que tiene.

En el diario británico The Guardian la presunta hija mayor de Guzmán Loera, Rosa Isela Guzmán Ortiz, aseguró que su papá es bueno, que “no anda matando gente como dicen… no mata a nadie… él ayuda a su pueblo porque ahora que lo encerraron todo su pueblo se estaba muriendo de hambre”.

Rosa Isela manifestó que su padre tenía convenios con el gobierno, que su primera fuga fue concertada, que El Mayo Zambada lo traicionó en un acuerdo con el propio gobierno federal, que ella y su familia analizan dar a conocer los “cheques” que el capo entregó para financiar campañas políticas y la identidad de los políticos que fueron beneficiados.

Es imposible que un narcotraficante pague con cheques, es obvio que todo el negocio de la droga se maneja en efectivo. Pero la aseveración más riesgosa que hizo esta mujer es que El Chapo fue traicionado por su principal socio, El Mayo Zambada, porque éste tenía un acuerdo con el gobierno federal.

Por esta declaración se pudo haber desatado una guerra interna en el propio Cártel de Sinaloa, la cual hubiera dejado muchísimos muertos.

Para acreditarse como la hija mayor de Guzmán Loera, Rosa Isela presentó un acta de nacimiento apócrifa expedida a nombre de Rosa Isela Guzmán Ortiz, con fecha de alumbramiento del 23 de noviembre de 1976, e hija de Archivaldo Guzmán (sin primer nombre ni segundo apellido, ni edad) y María Luisa Ortiz Vergara, de 67 años.

El documento fue tramitado poco más de un mes después de la segunda fuga de El Chapo, en oficinas del Registro Civil del Estado de México el 19 de agosto del 2015.

Con el acta de nacimiento falsa, Rosa Isela pudo obtener una CURP y una credencial de elector también falsas, con las que se acredita su personalidad.

Finalmente las autoridades norteamericanas lograron ubicar la verdadera identidad: una persona del sexo femenino de nombre Rosa Isela González Ortiz, nacida en Tijuana, Baja California, el 23 de noviembre de 1973; hija de Jesús González, de 36 años, y María Luisa Ortiz de González, de 24, ambos de nacionalidad mexicana, y registrada en la misma ciudad el 30 de octubre de 1974.

¿Pero por qué inventar algo así? Según fuentes del gabinete de seguridad, en el informe “Campaña negra con las instituciones federales”, los abogados de Joaquín Guzmán habrían usado a Rosa Isela para que diera voz al detenido contra los supuestos abusos a sus derechos humanos por parte de las autoridades mexicanas, así como desprestigiar a diversos políticos quienes habrían recibido apoyos para sus campañas y aportaciones para proteger al capo.

Pero además si vemos las fechas, poco después de ser dada a conocer la entrevista, El Chapo ganó el amparo para que lo dejaran dormir sin interrumpirlo.

Guzmán Loera sigue teniendo muchos recursos y está invirtiendo en limpiar su imagen. Por eso su esposa, Emma Coronel, ha declarado que es un buen padre y que siempre apoya a su comunidad.

Es común que una defensa, sobre todo en un caso mediático, cree cortinas de humo para desviar la atención. Ha sucedido en todos los casos que tienen relevancia mediática. Por ejemplo, en el juicio de O.J. Simpson, que fue televisado en vivo y que obtuvo los mayores índices de audiencia en su tiempo, su defensa se encargó de crear otros asuntos aunque fueran banales, como hacer público el corte de la fiscal, con tal de desviar la atención y para hacer parecer a su cliente como inocente.

Las defensas pueden utilizar distintos métodos y artimañas para lavar la cara de sus clientes, lo que es imperdonable es que los medios de comunicación no verifiquemos nuestras fuentes y publiquemos lo que nos llega.

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