La interna del PRD: prueba superada

La interna del PRD: prueba superada
Por:
  • larazon

Horacio Vives Segl

Días imporantes para el Instituto Nacional Electoral, antes del inicio formal del proceso electoral que llevará a renovar la Cámara de Diputados y diversos cargos estatales en 2015. El INE “estrenó” una de sus más importantes atribuciones otorgadas tras la reforma electoral. Veamos algunas implicaciones.

 Elección del PRD. Lo que aconteció el domingo pasado tiene una profunda relevancia por diversas razones. Todavía sin haber sancionado la legislación reglamentaria de la reforma constitucional en materia político- electoral, el PRD manifestósu interés por que fuera el INE el que se encargara de organizar su proceso inteno para la selección de congresistas nacionales y consejerías en los órdenes nacional, estatal y municipal. Fue un proceso en el que, tras intensas semanas de trabajo entre el partido del sol azteca y el INE, se concretó la elección del 7 de septiembre.

 Elección compleja. En primer lugar, se trató de un ejercicio inédito por el tamaño y tipo de la elección, en la que se involucraron diferentes corrientes del partido. Casi 90 mil candidatos integraron las poco más de 4 mil planillas y emblemas que se sometieron al juicio en las urnas, de un padrón de cuatro y medio millones de potenciales votantes. Adicionalmente, resultó novedosa la experiencia de permitir que 92 mil jóvenes menores de 18 años pudieran participar como electores en el proceso. Gracias al apoyo logístico que proporcionó el INE, se pudo instalar el 99.5% de las casillas que estaban programadas, y se alcanzó una tasa del 40% de participación. Algunos dirán que es un porcentaje bajo, pero considerando que se trata de un ejercicio inédito, no hay claros referentes para hacer un juicio negativo. En todo caso, como tradicionalmente lo vienen haciendo las áreas del Instituto desde que era el IFE, la logística en conjunto (registro de candidatos, confección del padrón, capacitación de funcionarios, integración de las mesas de votación y sistemas de cómputo, por mencionar algunas) funcionó adecuadamente. El expertise del Estado puesto al servicio de un partido político, a pesar de no contar con procedimientos claros sobre cómo proceder en una interna partidista atendiendo, además, al complejo carácter de la elección perredista.

 Nueva etapa. En segundo lugar, el partido deja atrás –o al menos debiera, a partir de esta experiencia- un largo historial de conflictos para la renovación de su dirigencia nacional. Descontando algunas impugnaciones que se puedan dar, una vez terminados los cómputos oficiales, lo que se observa como resultado es una cómoda ventaja para la coalición liderada por Nueva Izquierda y sus aliados, seguidores de Carlos Navarrete. En ese entendido, serían ellos los que votarán el próximo 5 de octubre para seleccionar al sucesor de Jesús Zambrano, manteniendo a “los chuchos” en la dirigencia nacional. Si bien se cruzaron acusaciones entre los contendientes y se presentaron algunos incidentes –apenas un puñado de ellos relevantes-, se equivocan quienes tratan de poner el énfasis de la jornada ahí, pues no aceptan que por su pequeña significancia, de ninguna manera podrían afectar el sentido de la votación. ¿Se trata de un precedente para que los demás partidos decidan atenerse al mismo proceso? Difícil pronosticarlo. Por lo pronto, la primera prueba de fuego fue altamente satisfactoria.

En suma, se sigue acumulando evidencia para rebatir a los agoreros que tanto vaticinaban el fracaso del INE y de las “excesivas” facultades otorgadas a éste con la última reforma política.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl