La maestra Elba Esther sigue retadora

Enrique Peña Nieto, ya de salida de la presidencia y el entrante, Andrés Manuel López Obrador, encabezaron en Palacio Nacional el paso final de la alternancia a la transición del Sistema y el ascenso al Poder en México. Fue un acto con mucha cortesía, cada uno cumpliendo su papel, ni siquiera las preguntas incomodas lograron modificar las buenas maneras de los Presidentes.

Luego de que Esther Gordillo lanzara su frase: “Recuperé mi libertad y la reforma educativa se derrumbó”, y además, afirmar que ejercerá su libertad del lado de los maestros y maestras en defensa de la educación pública, el próximo Presidente López Obrador fue claro y contundente: como ciudadana va a ejercer sus derechos, pero nadie estará al margen de la ley.

Y aclaró, “la política educativa es una facultad del Estado y va a corresponderle al Estado definirla”, por si había alguna duda. Y es que, no es por intrigar, pero antes de la implementación de la reforma educativa, extraoficialmente el Estado no la tenía en varios puntos del país, en donde no había clases un día y otro tampoco, y los maestros que faltaban no dejaban de cobrar. Pero, según el mensaje del Presidente electo, esos tiempos no volverán.

Suave, terso, este tránsito de un Gobierno a otro, pasó de ser un simple cambio para seguir haciendo lo mismo, a otro donde el ascenso de una nueva administración será para cambiar de rumbo.

En ello no sólo ha contado que el presidente electo López Obrador ganó con 30 millones de votos y el 53% del total de los sufragios, sino la actitud del mandatario saliente Enrique Peña Nieto quien asumió desde el primer minuto esta realidad y abrió su gobierno para dar paso a una transmisión del poder con la entrega de todos los expedientes y la información que requiere el entrante para garantizar el mejor de los arranques.

Con esta nueva actitud, el lunes se dio el tercer encuentro de ambos presidentes, pero ahora con sus respectivos equipos para dejar constancia histórica de una nueva forma de entrega-recepción. Sin antecedente en la vida de las transmisiones de Poder en México, el encuentro realizado en Palacio Nacional dejó para la historia una escena de civilidad republicana.

Esto que se vivió ayer deberá vivirse en 2024. Ni más ni menos. A partir de este encuentro los miembros de ambos gabinetes deberán trabajar en lo particular para transferirse la información y la documentación de cada caso. Esa es ahora la tarea de la República. El cambio se está dando con pulcritud y respeto y ese sí es un avance democrático.

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El informe reciente sobre la reconstrucción de las escuelas afectadas por los sismos de septiembre de 2017 revela el gran desafío que aún persiste a un año de esta tragedia. De los 19 mil 194 planteles afectados, aún existen 2,683, el 19 por ciento, que siguen pendientes de reconstrucción, nos aclara la senadora Dolores Padierna, quien busca ser la coordinadora de los diputados de Morena.

Según el reporte reciente de la Secretaría de Educación Pública, hay 210 escuelas con daños graves, de las cuales, 206 están “en intervención”, pero no han terminado, y existen 6 mil 927 planteles con daños de moderados a severos, de los cuales, 5 mil 335 están “en intervención” y hay 12 mil 14 escuelas con daños menores.

Desde noviembre del año pasado, el actual gobierno federal se comprometió a reparar todas las escuelas para estar listas en el inicio del año escolar que fue este 20 de agosto. Destinaron 9 mil 186 millones de pesos para esta labor, al mismo tiempo que los estados de Oaxaca, Chiapas, Estado de México y Morelos se comprometieron a gestionar estos recursos y hacerse cargo de ellos. Oaxaca es la entidad que registra más retraso en esta reconstrucción.

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El gobernador Francisco Domínguez Servién puso en marcha el Centro de Coordinación Querétaro (CQ) y lo consideró como un referente nacional por su planeación, diseño y desarrollo informático. El mandatario estatal precisó que con la convicción de mantener el clima de tranquilidad, productividad, competitividad y calidad de vida que distingue a Querétaro, ha realizado un esfuerzo permanente y sistémico en materia de seguridad y justicia. Muestra de ello –añadió- es este Centro, ejemplo tangible de uno de los proyectos más ambiciosos de la presente administración que es la modernización del estado.