La marcha: oportunidad perdida

La marcha: oportunidad perdida
Por:
  • larazon

La marcha que organizó Javier Sicilia fue una oportunidad desperdiciada para los que buscan la recuperación de la paz en el país.

Lo que vimos el domingo salir de CU y llegar al Zócalo no sirvió para unir sino para dividir.

Excelente era la idea de unificar el hartazgo por la violencia y la impunidad, y marchar con demandas concretas al gobierno y a la clase política en general.

Pero se desvirtuó al poner, entre esas exigencias, requerimientos excluyentes que poco o nada tienen que ver con la seguridad pública.

También era buena la idea de amagar con un boicot a las elecciones del próximo año si antes no había un acuerdo transexenal por la seguridad.

Pero las demandas, como sabemos, se orientaron a pedir nueva reforma política, juicio público en el Zócalo a los responsables de las muertes en la guardería ABC, cambios en telecomunicaciones y otras ideas que tal vez son muy buenas, pero no apuntan a la recuperación de la paz perdida.

Los que organizaron la marcha, las demandas y consignas, tenían otra agenda.

Era la oportunidad para exigir al gobierno que convocara a los partidos, gobernadores, coordinadores parlamentarios y organizaciones sociales, a una encerrona de la que saliera una política de Estado en materia de seguridad.

Una hoja de ruta para la recuperación de la paz. Tal vez no todos estarían de acuerdo en todo, pero habría un consenso más amplio y con compromisos concretos de parte de cada uno de los actores mencionados.

Pero no fue así. Y llegaremos al final del sexenio con decenas de miles de muertos más, sin acercarnos a la paz básica que se necesita para vivir en sociedad (y que justifica la existencia del Estado).

Hay una Estrategia Nacional de Prevención del Delito con elementos de política social, espacios deportivos, planteles de educación media y tecnológica que, como apuntó el lunes en estas páginas Raymundo Riva Palacio, resultó un absoluto fracaso.

La difusión de mensajes para prevenir adicciones y conductas delictivas derivó en propaganda del gobierno contra otros gobiernos.

Sin una estrategia integral, exitosa y verificable, la parte represiva al delito tampoco va a triunfar.

Con el solo uso de la fuerza no se va a solucionar el problema de la criminalidad. Por eso es fundamental que haya acuerdos en temas básicos. Y que se pueda dar seguimiento a su implementación.

Ahí la marcha pudo haber jugado un papel decisivo.

Exigirle al Presidente que convoque a la confección de esa hoja de ruta para recuperar la paz que perdimos.

Pero la atención se desvió a cuestiones secundarias: discutir si García Luna se debe quedar o irse, es una cortina de humo para lo esencial.

Qué lástima.

phl@3.80.3.65

Twitter: @phiriart