La minuta Anaya revienta al PAN

La minuta Anaya revienta al PAN
Por:
  • ruben_cortes

Eso de que Raúl Cervantes se convierta de Procurador a Fiscal es simple: los legisladores pueden eliminar el famoso “pase automático” aprobado por la igualmente famosa “minuta Anaya”, con la cual votó el “pase automático” el actual dirigente nacional del PAN.

Ricardo Anaya admitió anoche que votó, el 10 de diciembre de 2014, el “pase automático” porque no “observó” de qué se trataba. No deja de ser inquietante que el líder de un partido votase o mandado votar algo sin darse cuenta.

Un total de 370 diputados votó la “minuta Anaya”, incluidos 96 panistas, entre ellos la suplente de Anaya (Ana Paola López Birlain) porque él entonces estaba de licencia, ya que fungía como dirigente nacional interino de su partido.

Con eso avalaron lo siguiente: “El artículo décimo sexto transitorio de la reforma que crea la Fiscalía General de la República, publicada el 10 de febrero de 2014, que establece que quien ocupe el cargo de titular de la Procuraduría General de la República se convertirá en automático en titular de la Fiscalía”.

Hábil como es, Anaya tomó como bandera la lucha contra el “pase automático” y busca echar del PAN a cinco senadores que le exigen dejar de ser juez y parte en el partido: dirigente nacional y aspirante a la candidatura presidencial.

Una expulsión que sería absurda: Roberto Gil, Ernesto Cordero, Javier Lozano, Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega Casillas firmaron ante notario que votarán en contra del “pase automático” aprobado por Anaya sin saber de qué se trataba.

Como sea, la alharaca de Anaya con el “Fiscal carnal” (imita tanto a AMLO que hasta inventa palabrejas pegajosas) acabará pronto, con la aclaración de que Cervantes no será el Fiscal transexenal: entonces va a aflorar de nuevo lo que trata de tapar ahora: el aumento inexplicable de su fortuna en 14 años.

Porque, no juguemos con las palabras: Anaya se sacó de la chistera el “pase automático”, aun cuando lo hubiese aprobado, para amainar la tormenta que le cayó encima tras la publicación en El Universal de que, en el tiempo que lleva en política, construyó con sus suegros un imperio inmobiliario.

A saber, de seis inmuebles que tenían (valuados en 22 millones de pesos) ahora tienen 33 (valuados en 308 millones de pesos), con un crecimiento de mil 304 por ciento, tan sólo en propiedades. Suceda lo que suceda, ese tema volverá a flotar sin remedio.

Porque el tal “pase automático” es sólo una muy buena faramalla al más puro estilo obradorista adoptado por Anaya: va a durar poco, pues Los Pinos envió al Senado una iniciativa que busca impedir el “pase automático”. Después, Anaya volverá al mundo real.

Es decir: caminar sobre los escombros del PAN que destruyó.