La nube que perseguirá a Hillary

La nube que perseguirá a Hillary
Por:
  • juanpablol-columnista

Hillary Clinton es tal vez la candidata demócrata a la presidencia menos popular de todos los tiempos. La aversión de los votantes hacia su persona se puede ejemplificar y resumir perfectamente en lo que ocurrió esta semana con el FBI y que tiene que ver con un solo tema: confianza.

Según números y estudios publicados respecto a la opinión general de los votantes de ambos partidos por sus candidatos, casi la mitad de ellos tienen una opinión desfavorable de Clinton; no creen que sea digna de confianza y casi cuatro de cada 10 ciudadanos la perciben como corrupta.

Como ex primera dama y secretaria de Estado, Clinton ha estado durante mucho tiempo en el ojo público y los ataques de los republicanos en los últimos años han tenido resonancia con el electorado. En unos años pasaron de ser unos rockstars de la política norteamericana, a estar bajo el escrutinio público por los conflictos de interés y por sus formas de llevarse en la política: el “Clinton Way”. Desde mentir sobre haber tenido o no relaciones sexuales con una mujer fuera del matrimonio en la Casa Blanca, hasta no decir la verdad acerca de documentos sensibles que fueron enviados, o no, desde un servidor privado externo.

Esa es precisamente la crítica más reciente que han utilizado los republicanos en contra de Hillary, y que esta semana casualmente a minutos de que Obama apareciera por primera vez apoyando a Hillary en su campaña, el FBI y luego el Departamento de Justicia la liberaron de toda culpa. Si bien las palabras del director del FBI, James Comey fueron durísimas contra la irresponsabilidad y pleno conocimiento del mal uso que se le dio al correo privado, su herencia legal y criminal seguirá intacto. A pesar de ello, la enorme nube de desconfianza ante este tipo de acciones le seguirá por el resto de su campaña, así como seguramente hasta la presidencia.

La negativa de Hillary de liberar transcripciones de discursos pagados que ha dado a los bancos de inversión de Wall Street, así como las relaciones y donaciones recibidas por la Fundación Clinton durante su gestión como Secretaria de Estado, sólo se agregan a los factores de desconfianza que existen contra Hillary; eso explica en gran medida su poca habilidad para emocionar al electorado y apelar a los sectores más jóvenes del mismo. Es un problema que la misma Hillary ha reconocido y en lo que trabajan arduamente para revertir.

Si bien tiene el camino libre tras haber librado sus dos grandes temas con los Republicanos: Bengahzi y los correos, la posición vulnerable en la que se encuentra la campaña Clinton ante el señalamiento del FBI, puede ser bien aprovechado por Trump, afectando los números de las encuestas que al momento dan una ventaja a Hillary. La desconfianza que generan al actuar como “Clintons” bien les puede cobrar una factura muy cara: la más cara de sus vidas.

juanpadeleo@me.com

Twitter: @juanpadeleos