La recuperación de México

La recuperación de México
Por:
  • larazon

México tiene la característica de que el crecimiento del PIB se sustenta en un alto porcentaje en factores exógenos a nuestra economía y además con el efecto perverso de que en la parte descendente del ciclo económico el empuje hacia abajo se agudiza.

El principal factor exógeno de México se llama Estados Unidos. Históricamente la evolución económica de nuestro país ha estado determinada por el comportamiento de la economía de ese país, a través de conceptos como el comercio exterior, inversión extranjera, turismo, maquiladoras y remesas, por señalar algunos.

Tradicionalmente nuestro comercio exterior se ha realizado con nuestros vecinos del norte debido a la propia cercanía geográfica. Antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), del total de nuestro intercambio comercial, el realizado con los Estados Unidos se encontraba en alrededor del 70%, y a consecuencia de ese Tratado aumentó a niveles de aproximadamente el 90 por ciento.

Obviamente cuando esa nación tiene problemas en su economía, la producción en nuestro país se contrae, consecuencia de que las exportaciones a ese destino son menores y ante la incapacidad del mercado nacional para absorberla. Actualmente el ejemplo demostrativo al respecto, pero con mucha mayor amplitud, se refiere al sector automotriz, con sus secuelas en todos los países involucrados.

Sí a la luz de este indicador son indiscutibles las complicaciones para nuestra economía, es evidente que son mayores al adicionar el comportamiento de la Inversión Extranjera, misma que en un entorno de este tipo reduce su flujo o incluso se detiene. El turismo receptivo disminuye por la pérdida de empleos y por ende de ingresos de los individuos; en el mejor de los casos el turista vendrá menos días o en plan de austeridad.

En el caso de las maquiladoras la producción se reduce, misma tendencia en la planta laboral y en los ingresos derivados de esta actividad. Y finalmente, las remesas tenderán a reducirse ante la pérdida de empleos, lo que se traducirá en menores montos de ingreso en las familias en México, con su secuela negativa en el consumo.

Ante esta fuerte dependencia externa, en especial de los Estados Unidos, resalta el limitado margen con el que cuentan las autoridades nacionales para aplicar estrategias contra-cíclicas que reanimen la actividad económica nacional o que eviten que los indicadores de producción y consumo se depriman aún más. En resumen, nuestra recuperación económica está sujeta en gran medida al desempeño de los Estados Unidos. ¡Por nuestro bien, esperemos estén haciendo bien las cosas!

salustio.garcia@anahuac.mx

asc