La “sana distancia”

La “sana distancia”
Por:
  • larazon

Javier Solórzano Zinser

En el PRI la constante ha sido lo que llaman la “unidad”. Las elecciones internas se dirimen de singular manera. Si aparece un candidato fuerte toman precauciones, someten las voces inconformes, cierran filas y optan por quien tiene las bendiciones de Los Pinos.

Mandan señales por doquier para que nadie se alborote y mueven todas la piezas para que antes de que aparezca alguna sorpresa quede claro quién es el “bueno”; se le decía el “ungido” ,en otro tiempo.

La decisión requiere de mucho cuidado y de rapidez, porque por más que haya una voz todopoderosa desde Los Pinos, “el fiel de la balanza”, no se puede soslayar que en el PRI existen voces diversas.

A los priistas los une el sentido de disciplina y obligatoriedad, es como un deber ser en el partido. La unidad somete a la diversidad por más que ésta se manifieste en las reuniones estatales o regionales.

Durante doce años de panismo en Los Pinos los priistas tuvieron que aprender a escucharse. Algunas de sus viciadas prácticas se han ido erradicando. Cambiaron en algún sentido sus singulares hábitos de selección de candidatos y se dieron cuenta de que no había de otra que dejar a un lado el obvio “dedazo”.

El Presidente y el PRI, en ese orden, optaron por Manlio Fabio Beltrones.

Parece ser la figura idónea para el actual momento. Muy probablemente Peña Nieto ha de estar más que satisfecho con la declaración de Beltrones en el sentido de que se acabó la “sana distancia” entre el mandatario y el tricolor.

La expresión fue redondeada con una idea cuestionable. Dice Manlio Fabio que por la “sana distancia” el PRI perdió las elecciones del 2000 y del 2006. No fue necesariamente por ello, habría que considerar la verdadera razón: el hartazgo de la sociedad la cual optó por otras opciones que al final también fueron desechadas.

La llegada de Beltrones ha sido vista en algunos medios como si ya fuera candidato a la Presidencia. Está claro que su ungimiento tiene que ver con escenarios diversos. Desde la inevitable apertura del círculo del Presidente, hasta ponerle enfrente a alguien de peso al eterno candidato.

El PRI va a tener que ser una extensión oficial de Los Pinos. El fin de la “sana distancia” puede querer decir muchas cosas, pero hay una que inquieta en serio: el partidazo va ser una oficina de gobierno, como en los viejos tiempos.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

No existe protocolo alguno. Me detuvieron y lo único que preguntaban era que si la maleta era mía, lo cual negué una y otra vez, después fue la pesadilla: Oscar Álvaro Montes de Oca.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano