La tercera es la vencida
No, al final no fue; o al menos se mantuvo en el anonimato absoluto. Y así ganó Santos su sexto título de la Liga MX y el Presidente de la República, Enrique Peña, no pudo ver cumplido su sueño de recibir a su Toluca en Los Pinos; pero como el deporte nos enseña: donde hay perdedores, hay ganadores, y el Presidente, y toda la afición del futbol mexicano habrá de reconocer que Santos es el justo campeón de México.
El equipo Lagunero entendió después del baile que le estaban metiendo en Torreón, durante los primeros cinco minutos, que si no ajustaba y comenzaba a jugar con la conciencia de que estaba en disputa el título, el Toluca iba a concretar su noveno título; y entonces, a los Diablos poco a poco se les olvidó que las finales se ganan con goles y no con la historia. Aunque también Jonathan Orozco fue factor el domingo, en la capital mexiquense, con un par de atajadas espectaculares, frustrando la remontada roja.
A propósito de actuaciones notables, el que sí estuvo presente en la gran final fue el seleccionador Juan Carlos Osorio; ¿qué mensaje habrá querido mandar el colombiano? ¿Alguno de los finalistas podría colarse en la lista final? O su presencia fue únicamente para observar al guardameta del Toluca, Alfredo Talavera, quien compite con Ochoa y Corona por ser el titular en Rusia; y acá entre nos, yo arrancaría con Tala ante los alemanes, por aquello del juego aéreo y el fildeo que maneja el portero de los Diablos.
El MVP de la final, sin duda alguna, para Julio Furch, quien hizo gol en cada encuentro y que a la postre significaría el sexto campeonato del Santos. También destacar la sobresaliente actuación de la defensa central, compuesta por Carlos Izquierdoz, quien suma ya dos títulos de Liga y uno de Copa con los Guerreros, y Gerardo Alcoba este último con el mérito de no ser titular durante la mayor parte del torneo, por la lesión de Néstor Araujo, pero que se convirtió en un pilar durante toda la Liguilla. Vaya “problema” deberá resolver Siboldi para la próxima campaña, cuando tenga que dejar de suplente a alguno de estos defensores.
Reconocimiento absoluto a Robert Dante Siboldi, quien pasó de ser un bombero el torneo anterior, a igualar a técnicos como Miguel Herrera o Ricardo Lavolpe con un título en su palmarés. Santos encontró en Siboldi un entrenador que podría echar raíces en el club, ya que cumple con el perfil de ser trabajador, como la mayoría de la gente que vive en la Comarca, “la tierra de los grandes esfuerzos”, como reza el lema de la ciudad.
Tres finales después, Santos logró conquistar el infierno y cobrar las facturas pendientes, que incluía una a nombre de Rubén Omar Romano esa que perdió increíblemente en penales, pero que, a partir de ahora, será meramente estadística en los libros de historia; en la memoria de Rubén seguramente quedará como una huella imborrable, la de un primer título que no llegó.
Felicidades a la directiva de Santos, que logró diseñar un equipo capaz de superar a Tigres, América y Toluca, que lucían favoritos; a Siboldi, a la plantilla que asumió sus roles perfectamente, y claro, a su noble afición, que puede presumir ser los reyes del norte.