Las guerras floridas de AMLO

Raymundo Sánchez

Muchos pleitos acumula AMLO, el sumo sacerdote de Morena. El más reciente, contra el independiente gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, aunque no es el único, pues constantemente busca con quién inventarse guerritas, como un anacrónico Hutzilopochtli en reclamo de sacrificio de guerreros contrarios… y propios.

Sin contar con que trae pleito casado con el Presidente Enrique Peña, los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, el PRI, el PAN, el PRD y el PVEM, por sólo mencionar algunos, AMLO se peleó ya también con el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, a quien apoyó en 2010 para llegar al cargo, pero ahora lo acusa de “claudicar” por quitar a la Sección 22 de la CNTE el control del IEEPO.

También con el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, a quien en 2012 llamaba “un hombre honesto” y ahora lo tacha de “traidor y mapache electoral; y el Jefe de Gobierno, Miguel Mancera, cuyo “pecado” fue que líderes perredistas lo destaparan como presidenciable y eso le valió que en la campaña pasada, AMLO lo acusara de un eventual fraude electoral, igual que al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.

Y con Movimiento Ciudadano, partido que siempre lo apoyó sin condiciones y ahora lo califica como parte de la “mafia del poder”, costal a donde mete a todos los que excomulga. Es él contra todos, pero nadie le compra sus pleitos.

Como disco rayado suele responder el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, a la pregunta de cuándo estará lista la investigación sobre la casa blanca. El pasado 22 de julio prometió que sería “en unas semanas más”. Ayer, ante la misma pregunta dijo: “estará muy pronto, en unas cuantas semanas”.

Por supuesto, esas semanas pueden convertirse en meses y éstos en años, pero el punto central es que Andrade en nada ayuda a la transparencia que le encargo el Presidente Enrique Peña a principios de febrero cuando lo nombro titular de la Función Pública. Al contrario, da la impresión de querer alargar una investigación que ya de por sí debe ser compleja. Pero más desconfianza genera si no habla claro.

Cumple cien días fuera de México Marcelo Ebrard. En el autoexilio desde el 3 de mayo, el exjefe de Gobierno ha estado entre París y Washington huyendo de su conciencia, pues se han cansado el Jefe de Gobierno, Miguel Mancera, y el Procurador capitalino, Rodolfo Ríos, en aclarar que no hay ninguna averiguación contra él por el desfalco de 45 mil millones de pesos en la inservible Línea 12.

Tampoco hay señales de que vaya a regresar al país del que salió días después de que el Tribunal Electoral determinó que su candidatura a diputado era ilegal y, por lo tanto, lo despojó de obtener fuero.Prefiere seguir en París, la segunda ciudad donde la vida es más cara, de acuerdo con un estudio publicado en mayo pasado por la revisa inglesa The Economist. Y pagar 80 mil pesos de renta por su casa chueca de la Roma.

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