Las mocedades de Leopoldo Zea

Las mocedades de Leopoldo Zea
Por:
  • guillermoh-columnista

Leopoldo Zea nació en la Ciudad de México en 1912. Huérfano desde pequeño, criado por su abuela, vivió en la pobreza en el entorno violento de la Revolución. Gracias a una beca pudo estudiar con los lasallistas. En 1924 terminó la primaria y tuvo que ponerse a trabajar para ayudar en su casa; sin embargo, ya era un lector empedernido de la serie completa de los clásicos publicados por la SEP. En 1929 el muchacho de diecisiete años se ilusionó con la batalla de Vasconcelos por la democracia. Vivió así “la experiencia del fracaso del maestro que le había hecho conocer a los clásicos”. En 1933 consigue un trabajito en el servicio de Telégrafos.

Zea descubre su vocación filosófica en la Facultad de Filosofía y Letras por Rubén Salazar Mallén y Samuel Ramos, quienes lo introducen a la filosofía de Ortega y Gasset. Zea no podía imaginar que José Gaos, se convertiría en su mentor

El padre de Leopoldo Zea había sido reportero durante la lucha armada. Un día desapareció y no volvió a saber de él. El hijo siguió los pasos del padre en la prensa. Entre 1933 y 1935 Leopoldo Zea publicó con regularidad artículos de opinión en El hombre libre, periódico de oposición dirigido por el legendario periodista político Diego Arenas Guzmán.

En esos años Arenas Guzmán fundó el Partido Social Demócrata Mexicano. Este partido puede describirse como continuación del Partido Nacional Cooperativista de Jorge Prieto Laurens, que participó en el PSDM a su regreso del exilio político. El partido se oponía al cardenismo desde una posición más de centro izquierda que de derecha, muy distinta de la del movimiento sinarquista. El partido se declaraba anticomunista, antifascista y anticapitalista. Defendía el cooperativismo económico dirigido por el Estado y las reivindicaciones sociales de la Constitución de 1917. Más adelante, el PSDM apoyaría la candidatura presidencial de Juan Andreu Almazán.

Los artículos de Zea siguen la línea política del periódico. Zea es muy crítico de Calles y de las demás figuras secundarias del Maximato. Durante el conflicto entre el gobierno y la universidad toma el partido de ésta, acusando a las autoridades de querer acabar con la libertad de pensamiento. Aunque Zea aún no era estudiante universitario, defiende a la institución con fervor. Con la llegada de Cárdenas al poder mantiene su actitud contraria al gobierno. Zea denuncia la radicalización de la política oficial y la actuación de grupos violentos apoyados desde el Estado. En un artículo afirma que el nuevo Jefe Máximo de la Revolución era Garrido Canabal.

[caption id="attachment_655590" align="aligncenter" width="1068"] El expresidente Ernesto Zedillo y Leopoldo Zea (centro), al recibir la medalla Belisario Domínguez, en el 2000.Foto: Cuartoscuro[/caption]

El artículo más importante de Zea en El hombre libre, el que cambió su vida y con ello, la historia de la filosofía en lengua española, fue “La deficiencia en el servicio de correos y telégrafos”, del 19 de agosto de 1935. En ese texto denunció con conocimiento de causa las arbitrariedades en el servicio. Zea supuso que después de su publicación ya no podría seguir trabajando y envió su renuncia al director. Sin embargo, sucedió algo inesperado. Años después Zea lo contó así (escribiendo en tercera persona):

El director de Correos y Telégrafos lo hace llamar y le informa que el presidente Lázaro Cárdenas, habiéndose enterado de los abusos, ha puesto término a los mismos otorgando plazas definitivas a los 50 aspirantes. Le dice, igualmente, que no acepta su renuncia y que, por el contrario, puede entrar como oficial de reparto a la administración. Es la oportunidad para seguir estudiando. Pide el puesto de despachador nocturno. (…) Esto le permite inscribirse en 1936 en la Facultad de Derecho por las mañanas y en la Facultad de Filosofía y Letras por las tardes. Lo primero garantizaría su subsistencia, lo segundo para seguir su vocación que apunta a las letras.

Fue así que, gracias a Cárdenas, Zea pudo retomar sus estudios, aunque con la intención de hacerse escritor. Podemos suponer que sus compromisos escolares obligaron a Zea a dejar El hombre libre poco después de recibir su nombramiento como oficial en el Servicio de Correos. Pero tampoco podríamos descartar que Zea decidiera por prudencia abandonar el periódico de oposición para no entrar en más conflicto con las autoridades que le habían tendido una mano.

El artículo más importante de Zea en El hombre libre, el que cambió su vida y con ello la historia de la filosofía en lengua española, fue “La deficiencia en el servicio de correos y telégrafos”, del 19 de agosto de 1935

Zea descubre su vocación filosófica en la Facultad de Filosofía y Letras por Rubén Salazar Mallén y Samuel Ramos, quienes lo introducen a la filosofía de Ortega y Gasset. En aquel entonces, Zea no podía imaginar que, por causa de la Guerra Civil Española, José Gaos, uno de los discípulos más cercanos a Ortega, se convertiría en su mentor.