Liderazgo moral

La globalización nos ha hecho pasar de un mundo interconectado a un mundo interdependiente, donde los negocios, e inclusive de la vida misma, se han tornado sumamente complejos y por tal razón la manera habitual de hacer las cosas o de llevar un negocio se ha vuelto en ciertas actividades obsoleta, lo cual implica grandes riesgos y, a la vez, una enorme área de oportunidad y de crecimiento.

Estamos viviendo épocas en los que un mensaje a través de redes sociales se vuelve viral y afecta a una economía completa, momentos de grandes cambios como lo fue la salida del Reino Unido de la Unión Europea y una época en la cual la exigencia del consumidor se vuelve primordial con ejemplos tan simples como subir un video demandando la aclaración de algún servicio o producto. En estos casos las respuestas y los modelos de los negocios se deben ajustar a la realidad; sin embargo, el mundo está cambiando a velocidades exorbitantes y los modelos de negocios no se pueden adaptar a un sistema tan exigente.

En medio de esta situación podemos ver que la sociedad cada vez es más demandante con el respeto y el trato equitativo de las personas, por ello las empresas deben asumir su responsabilidad y llevarla a cabo.

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas reconoce que esto contempla pagos y tratos justos, conciencia social, desarrollo sustentable, no corrupción y el cuidado de recursos para generaciones futuras, aspectos que deben incluirse en el día a día de las empresas.

En este sentido, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas fomenta y busca fortalecer la responsabilidad ética y social, además de que creemos que deben buscarse resultados a largo plazo y no a corto plazo; ampliar el panorama, porque en definitiva las acciones que se tomen hoy tendrán una gran repercusión en el futuro. Cada organización se debe asegurar que está dejando un futuro sostenible a las generaciones venideras.

De esta manera, las corporaciones se deben preguntar, ¿cuál es verdaderamente mi utilidad y a costa de qué?, la maquinaria y la inteligencia artificial han permitido un avance acelerado para la satisfacción de la demanda actual, pero a dichos instrumentos la organización le debe agregar el corazón, de otra manera nada la distinguirá.

Por supuesto que un mundo tan exigente requiere de acciones continuas y específicas por parte de las organizaciones. Las empresas deben incluir e inspirar, volviendo muy útil el término de “liderazgo moral” en donde en vez de buscar hacer las cosas bien, se busca hacer las cosas correctas.

Así, es responsabilidad y obligación de todas las empresas tomar en cuenta una visión futura, inspirar en su liderazgo, buscar el beneficio y ello no sólo para sus utilidades, también para sus empleados, el medio ambiente, la sociedad y para todo agente que se relacione con la misma; esto le posibilitará no sólo seguir operando, también traerá consigo un beneficio global.