Lo bueno y lo malo del sismo

Lo bueno y lo malo del sismo
Por:
  • mauricio_flores

Los movimientos telúricos como el de ayer son parte de la naturaleza y no tienen signo moral o ético alguno. Lo que sí lo tiene es la conducta de las personas que tanto en la CDMX, Morelos y Puebla, se volcaron con una impetuosa voluntad de ayudar a un desconocido como si fuera de su propia familia, coordinándose, la mayoría de las veces, con el Ejército que comanda Salvador Cienfuegos, o las fuerzas que en la capital encabeza Hiram Almeida.

La generosa espontaneidad se vio salpicada por algunos “episodios chairos” donde ciertos voluntarios vituperaron a funcionarios federales —como le sucedió a Miguel Ángel Osorio—, con lo que se entorpeció la necesaria coordinación de esfuerzos. Lo bueno: nuevamente la bonhomía por doquier. Lo malo: que resultaron insuficientes los protocolos oficiales para canalizar el ánimo ciudadano de manera más eficiente. Lo peor: los rateros y la rapiña.

Lo bueno: los medios de comunicación masivos jugaron un papel brillante en la información continua y fiable: los noticieros de Azteca/ADN40, al mando de Benjamín Salinas; de Televisa/ForoTV, que conduce Emilio Azcárraga; Grupo Imagen, de Olegario Vázquez Aldir; Radio Fórmula, de Jaime Azcárraga, o MVS, de Joaquín Vargas, transmitieron la oferta y demanda de ayuda y auxilio. Conductores como Javier Alatorre, Denise Maerker, Martín Espinosa, Óscar Mario Beteta, Jaime Núñez o Luis Cárdenas dieron seguimiento minuto a minuto en jornadas maratónicas.

Entre redes. También fue el momento de las redes sociales y los medios alternativos que enlazaron a familias enteras y difundieron las necesidades de rescate y tranquilidad. Los servicios Telcel, a cargo de Daniel Hajj; AT&T. de Kelly King; Movistar, de Carlos Morales; Izzi, que lleva Adolfo Lagos, y Axtel, a cargo de Rolando Zubirán, soportaron el abultado tráfico y ofrecieron acceso gratuito de emergencia. Lo malo: la información duplicada, a destiempo o malintencionada que corrió en la red; los rumores y la desinformación en a grados ridículamente graves, como el atribuir a Pemex, que lleva José Antonio González, el terremoto por la minúscula extracción de petróleo que realiza por fracking a 380 kilómetros de distancia del epicentro. Y lo peor: que hay quien se cree cuanta “teoría del compló” llega a su celular.

Corporativos solidarios. Lo bueno: firmas como GINgroup, de Raúl Beyruti, formaron centros de acopio y abrieron servicios médicos gratuitos a los heridos del sismo; Banorte. de Carlos Hank González, y Santander, que lleva Marco Martínez, abrieron cuentas para recibir, ampliar y canalizar transparentemente los donativos; las empresas de Canacem, que lleva Osmín Correa, brindaron equipo para remoción de escombros y ayuda; la Canacero, que dirige Salvador Quesada, incluso ofreció su sede en la colonia Del Valle como refugio temporal. En tanto que José Antonio Meade sabe que la SHCP deberá pactar con el Congreso nuevos recursos para el Fonden para apoyar la reconstrucción. La mala: que no hay dinero que parezca suficiente ante la extensión de daños que apenas empezamos a cuantificar.