Lo que la CNTE nos dejó

Lo que la CNTE nos dejó
Por:
  • larazon

Elisa Alanís.

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación a su paso por las calles del Distrito Federal, dejó:

Una ciudadanía cansada de bloqueos.

Un gobierno local desgastado en su imagen y credibilidad.

Un gobierno federal ganador que apostó a la paciencia con tal de sacar adelante las reformas y mantener vivo el Pacto por México.

Un importante sector comercial y empresarial agraviado que pierde 430 millones de pesos en comercio y 57 millones en turismo, de acuerdo a cifras de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos.

Un grupo del magisterio expectante que no gana esta batalla.

Un grupo de vándalos anárquicos que seguirá apostándole a la impunidad.

El jefe de gobierno capitalino dijo que se hizo lo correcto durante las manifestaciones de la CNTE. A final de cuentas no hubo heridos o vidas que lamentar ni presos que cargar. Suena lógico y razonable, pero parece una verdad que no convence.

Sobre lo primero, cualquier acción que eleve la violencia, al punto de la muerte, nos coloca en un lugar que México necesita dejar atrás.

Es la dimensión que prevalece en las zonas de las que el crimen organizado se ha apropiado. Es la dimensión que no debe institucionalizarse. Es la dimensión que contrasta con el sueño de una nación más democrática, justa y libre. Pero la aplicación de la ley no tiene por qué estar relacionada con la represión sangrienta.

Sobre lo segundo, ¿de qué sirven las cárceles si no de escuelas del crimen y violación de derechos? Y ¿de qué sirve que nos digan que los presos son los culpables cuando un paliacate y un pasamontañas se convierten en cómplices de la verdadera identidad? ¿De qué sirven las detenciones que ha hecho el gobierno del DF cuando han resultado un fiasco? Frente a las cámaras de televisión, por un lado vemos delitos en flagrancia y por el otro detenciones arbitrarias de jóvenes a los que no se les comprueba delito alguno que amerite prisión.

Algunos maestros se unirán, ya diluidos en otros grupos, a la marcha de Andrés Manuel López Obrador. Pero el capítulo CNTE en la ciudad concluye en estos días con la recuperación de la agenda y el espacio físico del poder ejecutivo y legislativo. No sin antes aportar la remuneración económica correspondiente al magisterio protestante. Hasta la próxima oportunidad para presionar.

A los capitalinos les queda el sabor de la vulnerabilidad.

Y al gobierno federal y local les queda un gran tema pendiente. Uno que se les escapa de la negociación de prebendas políticas y económicas, a las que el corporativismo los ha entrenado por años. Se trata de un foco rojo. Se trata del grupo de los llamados anarquistas. Del grupo que lanza piedras, palos y balas de goma, que golpea y hiere, que fabrica bombas molotov... por lo pronto.

elisa.alanis@3.80.3.65

Twitter: @elisaalanis