Los jóvenes despiertos

Los jóvenes despiertos
Por:
  • larazon

Gil Gamés

Gil tomó nota de que la concentración convocada por el candidato de las izquierdas en la Plaza de las Tres Culturas, allá en Tlatelolco, fue un lloradero. Liópez subió al templete y vio la plaza repleta, más de 20 mil estudiantes le gritaban: ¡Presidente, Presidente! Dice José David Estrada en una crónica de su periódico Reforma que se le humedecieron los ojos al candidato, su esposa lo reconfortaba con palmaditas en la espalda. Luego, Elena Poniatowska, a llorar por los desposeídos y, más tarde, o antes, da igual, Paco Ignacio Taibo II, lagrimones por el movimiento estudiantil del 68. Mecachis.

Miren ustedes: Gamés es sensible, faltaba más, y pidió un pañuelo en el amplísimo estudio. Gritó a voz en cuello: ¡un pañuelo!, aunque sea desechable. Unas cuantas lágrimas, de cocodrilo, pero lágrimas al fin, surcaron el rostro de Gilga. Todo muy intenso. Como decía Tintán: anjá. Y como decía el clásico de clásicos: salid sin duelo, lágrimas corriendo.

Garcilazo de la Vega, sí. Liópez, Poni, PIT, no se pongan así porque le parten el corazón a Gilga. Si quieren el voto de Gil, tómenlo; total, un votito. Ah, qué dijeron: nada de nada. Gamés juró en el 2006 no votar nunca más por el PRD y mucho menos por Liópez. Nada de nada. Cero, aunque lloren en las plazas llenas de los jóvenes, como se les llama ahora a todos los jóvenes sin excepción: los jóvenes despiertos.

Al parecer, la catarsis estuvo fuertesona. Escribió José David Estrada, cronista de fuste y fusta, si los hay: “Paco Ignacio Taibo II, en representación de los estudiantes que sufrieron la represión del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz afirma que se ha roto el maleficio que perseguía a esa generación y que los jóvenes que ahora se han levantado con las redes sociales han dejado de ser una generación condenada”. Aiwey.

Gamés se atragantó y tosió, un momento: ¿PIT II representa a los jóvenes estudiantes del 68? No Raúl Álvarez Garín, no Gilberto Guevara Niebla, no Luis González de Alba y muchos otros decentísimos líderes del 68; ellos no, PIT II, sí. Esto es lo que pasa por no leer, si estos son los jóvenes despiertos, mejor que se vuelvan a dormir. Dios de bondad.

A veces, sólo el análisis conceptual logra emitir un significado: Taibón se le prolongó hasta Querétaro, dicho esto sin la menor intención de un doble sentido. Oigan, sin tafil, a pelo: “Ustedes eran una generación condenada.

El sistema había decidido que ustedes eran un montón de parásitos condenados a tener estudios a medias, trabajos a medias y el mejor destino era empujar un pinche carrito de supermercado, estar pegados a la televisión que habla y a la que no le podemos contestar”.

La verdad, puras mortificaciones. Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y caviló: aquí hay complejidades. Taibón ha decidido, en contra del horrible y mefistofélico Sistema, que esta generación de jóvenes se ha salvado de la parasitología por asistir a un mitin de Liópez. Felicidades. Ahora mal: si hay estudiantes a medias y trabajadores a medias, también existen escritores a medias, ¿dónde hay de ésos, Taibón?

Lo que sí tiene muy preocupado a Gamés es lo del carrito del supermercado. Diantres, Gilga ha empujado el maldito carro mil veces. Este es el punctum barthiano porque al final aquello de la televisión que “habla y no le podemos contestar” tiene solución, se le habla y listo: Mira, Don Draper, andas en malos pasos. O bien: Chabelo, tu programa nos tiene hasta el copete (copete; oh, no). ¿Saben una cosa? Ahí se ven.

La famosa sentencia de Santayana buscó un lugar en el ático y espetó: “Los que no conocen el pasado están condenados a repetirlo”.

Gil s’en va

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Twitter: @GilGamesX