Los nuevos del salón

Javier Solórzano Zinser

¿Qué tanto va a enriquecer la vida política y la deteriorada existencia de los partidos el registro de tres nuevas organizaciones? Da la impresión de que de no ser por el ruido que va a provocar Morena, lo único que pasará es que los siete partidos registrados van a recibir menos dinero porque lo que estaban recibiendo lo tienen que compartir con los tres nuevos alumnos del salón. Vamos a tener más partidos siendo que los que ya tenemos, si algo tienen, es mala imagen.

El que llama la atención es Morena, los otros dos partidos pueden pasar del registro al olvido en poco tiempo. El PES, Partido Encuentro Social, y el PH, Partido Humanista, provocan en sus nombres dudas y hasta indefiniciones, a lo que se suman las especulaciones que rodean sus orígenes.

Los nuevos partidos podrán participar en las elecciones del año entrante y van a tener todas las obligaciones y derechos que confiere la ley, empezando por el dinero, que aunque algunos digan que no les importa tienen estirada la mano.

La democracia mexicana es cara porque tiene como uno de sus ejes la desconfianza. Si hubiera confianza entre los actores políticos, si el juego fuera derecho, si los procesos electorales fueran limpios y transparentes, todo sería más barato y no se estarían gastando las cantidades de dinero que pagamos los ciudadanos.

Morena entra a la vida política institucional viéndose a sí mismo como el bueno y redentor de la política. Se asume como el que va a cambiar el orden de las cosas sin querer ver que ha entrado al mundo de la política en que las decisiones se toman por consenso y en donde las mayorías son las que deciden. Es el mundo de la política institucionalizada en que las resoluciones del Legislativo se adoptan por acuerdos y negociaciones que igual se pierden que se ganan, las cuales muchas veces se toman al amparo de la democracia, por más imperfecta que sea.

El reto grande no es para el PH y el PES. Morena es el que está en la encrucijada: o se une a la vida del toma y daca o se aísla. A esto agreguemos que de entrada Morena va a dividir aún más la izquierda, que de por sí vive dividida. Quizá a Morena esto le parezca algo menor, porque va por la suya, pero en un país tan dividido que requiere de una izquierda cohesionada para enfrentar los desenfrenos del poder, la división, si a alguien le sirve, es a quienes quieren enfrentar.

Hay algo de enigma y previsible con los tres nuevos del salón. Con excepción de Morena, da la impresión de que el PES y el PH van a pasar a formar parte del mundo de los chiquipartidos, que igual hoy juegan en una cancha y mañana en otra. Como sea, los tres nuevos del salón tendrán que justificarse pronto porque si no adiós registro.

 RESQUICIOS... Así nos lo dijeron ayer:

* El sistema político michoacano se cae si detienen a La Tuta: Gregorio López, párroco de la iglesia de Apatzingán.

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