Los Porkys y las fallas al debido proceso

El caso de Daphne, la muchachita de 17 años que afirma fue ultrajada por cuatro compañeros de escuela después de una fiesta en la casa de uno de ellos, ha generado un enojo brutal en la sociedad. Pocas cosas pueden ser más difíciles de sobrellevar que una violación tumultuaria.

La víctima y su familia han exigido justicia, que se detenga a los jóvenes, y es lo mínimo que puede demandar alguien quien pudo haber sido sometido a una tortura de esa magnitud.

El problema es que este caso tiene muchas aristas. Para empezar, la denuncia fue presentada mucho tiempo después.

Cuando en los medios se le ha preguntado a Javier Arturo Fernández Torres, padre de Daphne, por qué no acudió a las autoridades inmediatamente después de la violación de su hija menor de edad, en enero de 2015, su respuesta ha sido consistente con las de muchas víctimas de violación: el temor a la impunidad, el temor a la revictimización al tener que pasar por el proceso legal de presentar una denuncia de esta índole y finalmente el profundo dolor, la confusión, la vergüenza, el enojo y la falta de claridad sobre el mejor proceder en un delicado caso como éste.

Es verdad lo que dice el papá de Daphne, es muy difícil presentar la denuncia.

El padre prefirió reunirse con los familiares de los jóvenes para que ofrecieran una disculpa a Daphne por medio de un video. De esa reunión hay unos audios que realmente indignan. Los propios progenitores de los llamados Porkys, las familias Capitaine, Cotaita, Cruz y Rodríguez, reconocen el hecho y presentan disculpas. En el video los jóvenes ofrecen una disculpa a Daphne, pero no lo hacen con su abogado ante el Ministerio Público, así que lamentablemente las pruebas no se pueden utilizar.

Se solicita a las autoridades que Los Porkys sean detenidos, pero según la ley para poder aprehender a alguien en caso de violación debe ser en flagrancia o inmediatamente después de haber cometido el delito, de acuerdo con el artículo 16 párrafo 5 de la Constitución.

También conforme a las leyes mexicanas el video tampoco se puede aceptar como prueba porque el apartado B del artículo 20 constitucional fracción segunda establece que la confesión rendida sin la asistencia del defensor carece de todo valor probatorio.

Da mucho coraje y sin duda este caso no puede quedar sin castigo, pero si no se cumple con las garantías para que se dé el debido proceso, si los detienen, éstos pueden presentar un amparo y quedar en libertad en total impunidad.

Lo hemos visto con la francesa Florence Cassez, quien teniendo sentencia de secuestro de 60 años de cárcel y habiéndosele comprobado el delito quedó en libertad por fallas al debido proceso. Recientemente la banda en la que ella estaba, Los Zodiacos, también dejó la prisión, al igual que El Rambo y El Chuletas, dos de los más peligrosos sicarios del cártel de Teodoro García Simental, en Tijuana.

El caso de Daphne no puede quedar impune, ¿qué sí se puede hacer? Los agresores en este momento ya están fuera de Veracruz, parece que en Estados Unidos. Teniendo ya una denuncia en contra e imputándolos directamente deben ser llamados a declarar las veces que sea necesario y si no vienen a hacerlo a Veracruz las autoridades de ese estado deben solicitar a las estadounidenses que declaren en ese país. Y con base en esas declaraciones y las pruebas presentadas en forma se debe dictar una sentencia.

El peor escenario para todos, en particular para Daphne, es que estos jóvenes sean detenidos y argumentando fallas al debido proceso queden en libertad.

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