Los sin cuenta de Calderón

Bibiana Belsasso

El sábado pasado se festejaron los cincuenta años del Presidente Felipe Calderón. Ahí se reunieron amigos del mandatario, campeones olímpicos, artistas, periodistas y políticos. Muchos panistas, también priistas y no se veían perredistas.

La cita se dio a las 2:30 de la tarde en Los Pinos. El Presidente llegó poco después junto con Margarita, se veían realmente contentos.

La comida comenzó, se sirvió de todo en la fiesta de coperacha y lo digo así porque todos los gobernadores enviaron distintos platillos de sus estados para poder agasajar al Presidente.

Poco después de la comida, Calderón tomo el micrófono y dio el que quizás sea el más emotivo discurso que yo le he escuchado. Se expresó satisfecho de la tarea realizada tanto en el ámbito político y de seguridad como personal. Aseguró tener muy buenos amigos, buenos adversarios y también buenos enemigos, porque como dice él, a estos también hay que escogerlos y son ellos, los amigos, los adversarios y los enemigos, los que lo motivan a seguir realizando su labor.

Quizá uno de los momentos más sensibles de este discurso fue cuando aseguró que casi al inicio de su gestión, integrantes del Estado Mayor Presidencial le habían informado que existía un plan para atentar contra el avión presidencial que lo llevaría a una gira de trabajo, supuestamente a Reynosa, Tamaulipas, y aunque no precisó de qué grupo se trataba, se sabe que fueron los Zetas, quienes intentaron realizar ese ataque. Dijo que pensó cómo iba a proceder y que decidió de todas formas continuar con la gira. La seguridad se reforzó, pero él sabía que la amenaza de ese atentado era real.

Ya en el avión llamó a los camarógrafos de Cepropie, quienes siempre lo acompañan y grabó un mensaje para sus hijos, diciéndoles que tenía un compromiso muy importante con México, que tenía que trabajar para eso y que quería que ellos estuvieran orgullosos. Si algo le sucedía quería que ese mensaje llegara a sus hijos.

Agradeció en forma muy especial a Margarita, de quien dijo era lo más importante en su vida, y a sus hijos, a quienes calificó como unos chavos maravillosos, quienes habían aprendido a distinguir falsos halagos y soportar burlas y mentiras.

Para los que pensaban que podría haber alguna fricción entre el Presidente y los Slim, ahí en la fiesta estuvieron el Ingeniero y parte de su familia.

En la fiesta de cumpleaños todos estaban animados, en algún momento cantaron las Pandoras con Margarita, y quien durante un buen rato no soltó el micrófono fue el secretario de Marina, Francisco Saynez, que tenía el respaldo del mariachi de la propia Secretaría.

Después de una gestión tan complicada como la que ha vivido el presidente Calderón, se le puede percibir tranquilo y satisfecho con su labor y como dijo, está cumpliendo sin cuenta, está convencido de haber hecho todo lo que estuvo a su alcance para tener un México mejor.

bibibelsasso@hotmail.com

Twitter:@TodoPersonal