Martín Díaz: corrupción y manipulación mediática

Martín Díaz: corrupción y manipulación mediática
Por:
  • bibiana_belsasso

Martín Díaz no es un personaje que le caiga bien a todos en el mundo financiero. Tiene un carácter especial y son muchos los años trabajando en ese terreno (que no es precisamente el menos competitivo) como para ser monedita de oro. Quizás haya sido por eso, quizás porque podía servir como una suerte de chivo expiatorio en el caso Oceanografía, de la que había sido asesor financiero, para tratar de ocultar a los responsables de los malos manejos que se habían hecho en esa empresa.

El hecho es que, como dijimos hace casi dos años aquí y principalmente en el programa Todo Personal, no había una sola prueba que pudiera inculpar a Martín Díaz en el caso Oceanografía porque el verdadero responsable era inocultable: su dueño y administrador único, Amado Yáñez.

Pero eso no impidió una brutal campaña mediática contra Díaz, una absoluta invasión de su privacidad y una serie de denuncias falsas que terminaron por propiciar que saliera del país y que fuera procesado. Pues bien, como suele suceder en demasiadas ocasiones, esta semana Martín quedó absuelto de todo posible delito en el caso Oceanografía porque, como señalamos cuando comenzó el caso, no había una sola prueba en su contra.

El 28 de abril pasado el séptimo tribunal colegiado otorgó a Martín Díaz el amparo liso y llano contra la orden de aprehensión girada en su contra el 17 de junio del 2014. Los magistrados Hugo Luna Ramos y Fermín Rivera consideraron que no había ni una sola prueba de que Martín hubiera participado de alguna manera en el fraude de Oceanografía a Banamex.

En el tribunal colegiado la magistrada Lilia Mónica López Benítez no aprobó el proyecto del ponente Luna Ramos, pero dejó en claro que estaba de acuerdo en la inocencia de Martín. La decisión es definitiva e inapelable. Eso no impidió que su familia haya tenido que invertir parte de su patrimonio, su tranquilidad y su fama pública para escapar de una persecución que duró más de dos años y que no tenía prueba alguna que la sostuviera.

¿Por qué fue imputado Martín Díaz? Por una declaración del dueño de Oceanografía, Amado Yáñez, para tratar de salvarse de los cargos en su contra en complicidad con algunos medios y autoridades. Lo que había hecho Díaz en Oceanografía, como en otras 20 compañías, era reestructurarla financieramente; fue contratado para eso, para tratar de salvarla de los malos manejos que Yáñez había efectuado. En su contrato se establecía claramente que no podía “intervenir ni directa ni indirectamente en las decisiones operativas y administrativas de la empresa”, ya que los servicios que prestaba se encontraban limitados y reservados a la asesoría en materia financiera.

Nunca fue el segundo accionista de Oceanografía, ni se ostentaba como tal. Tampoco ocupó cargo alguno, y mucho menos fue el director financiero. No tenía sueldo ni tampoco oficina. No existe un sólo documento firmado por él en Oceanografía. Tampoco tuvo poderes de ningún tipo. Menos aún depósitos de esa compañía en sus cuentas

personales.

¿Por qué entonces Martín Díaz fue procesado, perseguido y exhibido? Porque el dueño y administrador único de Oceanografía, Amado Yáñez, en su inverosímil declaración ministerial, indicó que estaba “tan deprimido” por su divorcio que no se dio cuenta de todo lo que firmó.

Y que Martín Díaz le decía, en secreto, que lo hiciera. Ni Banamex, la empresa estafada por Yáñez, ni la propia Comisión Nacional Bancaria y de Valores documentaron jamás esa presunta intervención.

No había nada, nunca hubo nada más allá de corrupción y manipulación para hacer responsable a un empresario de los delitos cometidos por otro, el dueño, el administrador único de Oceanografía, por Amado Yáñez. Tarde, pero por lo menos en lo que respecta a Martín Díaz se hizo justicia.

bibibelsasso@hotmail.com

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