Megamarcha de la CNTE hoy

Después de que por segunda ocasión en menos de una semana fueron desalojados por policías federales y capitalinos del plantón “indefinido”, que habían reinstalado anteayer por la tarde frente a la Secretaría de Gobernación, que los obligó a replegarse hasta La Ciudadela, grupos de disidentes de la CNTE acompañaron ayer a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en sus recorridos por las embajadas de varios países para solicitar apoyo, al cumplirse 20 meses de desaparecidos, y anuncian para hoy una megamarcha en la CDMX.

En esa movilización, con la que volverán a crear un caos vial, demandarán un diálogo con el gobierno federal en el que pretenden insistir en echar abajo la Reforma Educativa a la que se oponen en Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas, lo que han rechazado los secretarios de Gobernación y de Educación Pública.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Sólo quien no quiera verlo, ni aceptarlo, puede negar que hoy por hoy, la violencia se sigue desbordando en varias entidades federativas y no porque la delincuencia organizada la haya recrudecido, como en Veracruz, Tamaulipas, Guerrero, Chiapas, Morelos o el Edomex, sino por lo que ha ocurrido en las últimas semanas por otras causas.

En algunas, por el linchamiento de dos presuntos secuestradores en Teotihuacán a manos de una multitud; la retención del presidente del congreso de Chiapas, Eduardo Ramírez y el diputado local, Carlos Penagos, en San Cristóbal de Las Casas por habitantes del municipio de Chenalhó, que exigieron la remoción de la alcaldesa, Rosa María Pérez, que finalmente lograron.

Eso, claro, incluyendo el vandalismo de la disidencia magisterial de Chiapas, Michoacán y Guerrero, más los enfrentamientos con policías estatales y federales o los diarios asesinatos en Acapulco o en municipios de Veracruz, aun en Xalapa, la capital.

Si a eso se suman los conflictos de la CNTE con la SEP, en los cuatro estados en que aquélla tiene presencia por paros y despidos de profesores disidentes o los de estudiantes politécnicos con esa misma dependencia, que por fortuna se han ido resolviendo; los desquiciamientos por marchas y plantones en el centro de Oaxaca y la toma del aeropuerto, ayer, las cosas se complican.

A seis días de los cierres de campaña, solamente Quirino Ordaz Coppel, en Sinaloa; Omar Fayad Meneses, en Hidalgo y tal vez Enrique Serrano Escobar, en Chihuahua, candidatos del PRI a gobernadores en los 12 estados en que habrá elecciones el 5 de junio, son los que están seguros de antemano de sus triunfos.

Sus demás compañeros de partido tendrán que aguardar hasta el anochecer de ese domingo, para saber si lograron aventajar a sus adversarios o si éstos, según pronostican algunas encuestas de opinión, resultan ganadores.

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