Menos educación, menos futuro

Menos educación, menos futuro
Por:
  • larazon

Valeria López

La crisis económica española está en el punto más álgido. Los ciudadanos tienen el agua al cuello, pues primero llegaron los recortes a la salud y ahora es la educación.

Se trata de las fibras más sensibles de todas las sociedades: todos queremos y necesitamos estar sanos; todos deseamos educación para nosotros y para nuestros hijos.

Pareciera que la crisis económica ha cauterizado el presente y amputado el futuro. Los españoles han salido a la calle a exigir derechos fundamentales, ganados a base de esfuerzo y de un proyecto compartido de nación.

El nivel educativo español cubría la expectativas de sus ciudadanos; y aunque había puntos que mejorar, en términos generales la educación española era buena.

Pero en términos educativos se puede ser todo excepto ingenuo. El análisis del poliedro, que es la educación conjunta, tiene varias aristas: por una parte, el presupuesto efectivo que tienen las escuelas para infraestructura y mantenimiento; el salario de los docentes; la calidad de los maestros; el nivel de los estudiantes. Y muchos más.

El estancamiento de la educación en México pasa por todas estas aristas, pero opacadas por la sombra de Elba Esther Gordillo, quien se ha convertido en nuestro villano favorito.

Nada más injusto para la educación mexicana, pues el discurso se enfoca en descalificaciones personales cuando puntos que realmente importan se dejan de lado.

Si bien es cierto que la figura de la líder es controvertida, tampoco vale perder de vista la responsabilidad de todos los demás actores: desde los secretarios de Estado hasta los alumnos y padres.

Lo he dicho antes, es difícil esperar grandes resultados educativos cuando la cabeza de la Secretaría de Educación escribe libros de autoayuda. El brillo que dejó Vasconcelos está fundado en la calidad intelectual y en su producción filosófica.

Prefiero, siempre y sin dudas, un filósofo frente a un motivador. Y también estoy segura de que en la comunidad filosófica nacional hay candidatos sobradamente calificados que harían mucho por la educación de este país. Con Elba Esther e, incluso, a pesar de ella.

Así, el recorte presupuestal a la educación española es un golpe duro y celebro la unidad presentada por todos los involucrados: sindicatos, padres de familia, alumnos de todos los niveles.

Mariano Rajoy acaba de renunciar a la reelección. Reducir el presupuesto de educación de un país es cortarle el futuro. Y nadie, ni el más ideologizado de los votantes, estaría dispuesto a perpetuar en el poder a quien ha hipotecado el futuro de la nación.

politicaltriage.razon@gmail.com